Miami.

El rey de los jonrones Barry Bonds está de vuelta en las Grandes Ligas como coach de bateo de los Marlines de Miami. Ya no es aquella mole humana en comparación con sus días de jugador; ahora está esbelto y dijo que sentía natural el retorno a los campos de entrenamiento y las jaulas de bateo.

Bonds utilizó su usual número 25 en la conferencia de prensa ante escasa asistencia de fanáticos. La sesión no incluyó preguntas sobre esteroides. Cabe recordar que estuvo involucrado en la investigación a la clínica Balco como uno de los deportistas que consumió sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento en el beisbol profesional de Estados Unidos.

Su castigo por obstruir la justicia en el juicio de Balco fue revocado debido a una apelación el año pasado.

El ex jugador de los Gigantes de San Francisco, de 51 años, concluyó su carrera en 2007 como líder de todos los tiempos en cuadrangulares (762), pases por bolas (2 mil 558) y boletos intencionales (688) junto con su porcentaje de efectividad ofensiva de 1.051.

El retorno de Bonds a un dugout ha sido visto por muchos observadores como un matrimonio de conveniencia. Puede comenzar a reformar una imagen manchada. Sin embargo, el presidente del equipo, David Sampson, manifestó que esta contratación no es un truco publicitario.

Para bien o para mal, y le pueden preguntar a nuestra área de relaciones públicas, no creemos en la publicidad cuando hacemos algo, dijo Sampson a una cadena deportiva. Hacemos lo que creemos que es correcto. Pensamos que Bonds puede ayudar a nuestros bateadores a ser mejores y a ganar partidos.