El pintor y escultor Manuel Felguérez (Zacatecas, 1928) señaló, tras recibir la Medalla Bellas Artes en reconocimiento trayectoria de más de 60 años, que todos en su generación buscaban lo mismo: Hacer una obra que ya no tuviera que ver con la época del nacionalismo, no porque no fuera buena, sino porque eran otros tiempos. Años después nos pusieron la generación de la Ruptura, suena bien y ayuda, pero no tuvo nada que ver como tal.

Emocionado por ser condecorado con la medalla del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el artista plástico explicó que su generación no sabía que eran parte de la Ruptura, ni pensaban romper con nada. Simplemente éramos los jóvenes pintores que, para colmo, porque México era más chiquito o porque teníamos las mismas intenciones, fuimos muy amigos de los escritores y de los músicos de la generación; todos éramos amigos, y mal que bien buscábamos lo mismo.

En la ceremonia realizada en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, Manuel Felguérez manifestó su beneplácito por el reconocimiento, bromeó al decir que él debería entregarle una medalla al instituto porque siempre ha estado detrás de su trabajo, desde 1947.

Recordó fechas importantes en su carrera, como su participación en la Bienal de Escultura en los años 60, e hizo alusión al apoyo que tuvo para la creación del Museo de Arte Abstracto en Zacatecas, así como las exposiciones que montó en el máximo recinto cultural con motivo de sus 80 años de vida.

El artista zacatecano en la entrega de la preseaFoto Francisco Olvera

La directora del INBA, María Cristina García Cepeda, entregó la presea al artista plástico, a quien describió como creador respetado por su pasión por el trabajo y por su actitud siempre abierta a nuevas posibilidades conceptuales y materiales.

Felguérez es uno de los primeros creadores mexicanos que abrazó con entusiasmo el arte abstracto, lo estudió y desarrolló una obra magnífica, cuya amplitud va de la escultura al urbanismo y de la escultura a la gráfica, y hoy es referente en América Latina, añadió la funcionaria.

En ese acto, el escritor Juan Villoro y el politólogo y ensayista Luis Ignacio Sáinz evocaron la vida y obra del zacatecano.

Villoro compartió que su relación con la obra del pintor surgió desde niño, cuando su padre le regaló un león de hojalata, que conservó de mascota. Desde mi infancia he entendido la trayectoria de Felguérez como la de alguien capaz de hacernos pensar que la imaginación está habitada por esos leones que piden ser pensados. Sólo viendo sus cuadros podemos entender la dimensión plástica de la naturaleza.