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Visita Papal

Se impuso el varo en el trato a invitados a la misa

Techo, trabajo y tierra, la mejor herencia para los hijos
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Personal de seguridad retira a una mujer con un niño en brazos que intentó saludar al papa Francisco en el parque Chamizal, donde se celebraría una misa masiva, a escasos metros de la frontera con Estados Unidos, en Ciudad JuárezFoto Ap
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Periódico La Jornada
Jueves 18 de febrero de 2016, p. 3

Ciudad Juárez, Chih.

Muy de mañana, la preocupación de uno de los encargados de llevar a los visitantes importantes a un encuentro con el Papa era la siguiente: Hubo neblina en el aeropuerto de Monterrey, y por eso tenemos mucha gente retrasada. Apuraban el paso de los invitados mediante un megáfono, aunque los de gafetes naranja eran tratados mejor que el resto.

Las familias que a esa hora agarraban camino rumbo a la avenida Tecnológico para ver el paso del obispo de Roma pelaban tamaños ojotes con el espectáculo: cientos de hombres bien trajeados (todos vestidos de negro) y señoras muy bien arregladas. Se ve el varo, dijo un chilango que vino a dar hace dos años a estas tierras. No es común ver filas de gente adinerada, habrá pensado.

Los formados se preparaban para acudir al encuentro del Papa con el mundo del trabajo aunque, en rigor, se trató de un evento para los empresarios, dominado por la Confederación Patronal de la República Mexicana.

A ojo de buen cubero, según algunos asistentes, los políticos y empresarios eran nueve de cada diez asistentes. El resto, 10 por ciento, eran trabajadores.

El sacerdote Óscar Enríquez, de la parroquia Jesús Obrero, dice que para este encuentro les solicitaron un representante trabajador por cada una de las 70 parroquias de la diócesis. El resto los escogieron los gerentes de las maquiladoras.

En la primera fila lograron colarse, quizás gracias a la influencia de algún amigo religioso, los activistas Víctor Quintana y Lucha Castro. Ella tuvo oportunidad de entregar al Papa dos cartas: una de los miembros de El Barzón que viajaron en sus tractores desde el Chihuahua rural y otra que le enviaron las familias de los desaparecidos de Cuauhtémoc y Chihuahua capital.

La carta de los barzonistas cita en extenso la encíclica Laudato si, pide al Papa enterarse de su demanda de justicia por los asesinatos de tres de sus dirigentes y expone: Porque hemos escuchado, tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres, queremos decirle que estamos con usted, que su entrega y su lucha son nuestra entrega y nuestra lucha. Que, como nuestros hermanos y hermanas de las comunidades eclesiales de base, compartimos su ver, su juzgar y su llamado a actuar en este mundo donde se han globalizado el desastre ambiental, la violencia, la injusticia, la exclusión, pero también donde hay fuerzas de abajo que clamamos por globalizar la justicia, la solidaridad, la ternura, la esperanza.

Con pocos trabajadores se llevó a cabo el encuentro con el mundo del trabajo. En las primeras filas estaban los dueños de esta ciudad de la maquila: De la Vega, Fuentes, Bermúdez, la clase empresarial y política que aquí más o menos viene a ser lo mismo.

Frente a ellos y otros importantes empresarios de varias partes del país, dijo el Papa: Hay dos palabras que quiero subrayar: diálogo y encuentro. No cansarse de dialogar, las guerras se van gestando de a poquito por la mudez y por los desencuentros.

Poco antes, el gobernador César Duarte compartía risitas socarronas con el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.

Seguía el Papa y endurecían el gesto varios empresarios: ¿Qué quiere dejar México a sus hijos? ¿Quiere dejarles una memoria de explotación, de salarios insuficientes, de acoso laboral o de tráfico de trabajo esclavo? ¿O quiere dejarles la cultura de la memoria de trabajo digno, del techo decoroso y de la tierra para trabajar? Tres T. Trabajo, techo y tierra. ¿En qué cultura queremos ver nacer a los que nos seguirán? ¿Qué atmósfera van a respirar? ¿Un aire viciado por la corrupción, la violencia, la inseguridad y desconfianza o, por el contrario, un aire capaz de generar alternativas, generar renovación o cambio? Generar es ser cocreadores con Dios. Claro, eso cuesta.

Vaya que cuesta. El dólar se ha disparado y, con ello, las ganancias de las empresas maquiladoras. Los trabajadores siguen ganando, en promedio, 700 pesos a la semana. Y con todo y Papa, los despedidos de la maquiladora Lexmark siguen en plantón. ¿Su delito? Pedir un aumento de seis pesos al día.