Jueves 18 de febrero de 2016, p. 28
Pekín.
Las autoridades chinas regresaron del receso del Año Nuevo Lunar con un mensaje colectivo para los inversionistas nerviosos en el país y el mundo: Pekín pondrá un piso a la desaceleración de la economía, mantendrá su moneda estable y evitará que el empleo se debilite incluso en momentos en que reforma su industria.
Las promesas han sido vertidas antes de dos encuentros políticos de alto perfil para China: la reunión de ministros de Finanzas del G-20 en Shanghái a finales de este mes y la cita anual del próximo mes del Parlamento chino, donde se completará el nuevo plan quinquenal de desarrollo económico.
Desplome de acciones chinas y devaluación del yuan en agosto sacudieron los mercados globales, aumentando las preocupaciones sobre la salud de la segunda economía más grande del mundo.
Los fundamentos económicos de China no han cambiado
, dijo el miércoles a la prensa Zhao Chenxin, vocero de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China, el máximo órgano de planificación económica del país. La economía mantendrá un crecimiento de mediano a alto nivel
.
El estatus de China como el mayor tenedor mundial de reservas de divisas no ha cambiado, el superávit comercial en gran escala no ha cambiado y el progreso constante en la internacionalización del yuan se mantiene
, agregó Zhao.