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Últimas funciones de La gravedad del silencio, en La Capilla

¿Se puede transgredir la fantasía mediante el deseo, el amor, la fe y la esperanza?

Que el cuerpo hable más que la palabra, premisa de la obra: Xana Sousa

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Xana Sousa en una escena del montaje que, opina el director Roberto Eslava, propone reflexionar sobre el desamor como un proceso doloroso, pero no necesariamente dañino, sino como una posibilidad de aceptar el cambio a lo que nos debemos enfrentar en la vidaFoto Ulises Ávila/ cortesía de la compañía
 
Periódico La Jornada
Jueves 18 de febrero de 2016, p. 6

El amor como utopía, el proceso de enamorarse, la nostalgia, el rechazo, la soledad, el control y el devenir del desamor son temas que aborda la puesta en escena de La gravedad del silencio.

La obra es resultado de las propuestas de los actores/autores Xana Sousa y Jorge Chávez, quienes junto con el director Roberto Eslava trabajaron y exploraron en conjunto varios temas que en escena iban resolviendo.

El proyecto teatral comenzó con la inquietud de los actores de crear una obra con pantomima y texto, mediante la premisa de que el cuerpo hablara más que la palabra, comentó Sousa.

Con esa dinámica de exploración escénica surgían los textos y la dramaturgia de la obra cuya historia gira en torno a una escritora que decide viajar por los intrincados caminos de su imaginación, en busca de la historia de amor y los personajes ideales. “Sumergida en su mundo de ficción descubre la posibilidad de transgredir los límites de la realidad.

Dejar ir al otro

En ese periplo se encuentra con Otto, quien vive el conflicto de ser personaje u hombre de carne y hueso. Lo inesperado de la relación los lleva a cuestionarse, ¿qué son la muerte y la vida?, ¿son sueño?, ¿son verdad?, ¿se puede transgredir la fantasía a través del deseo, el amor, la fe y la esperanza o sólo es un simple juego evocativo?

Con proyección de video en tiempo real y música en vivo, en la obra se reflexiona sobre el desamor como proceso doloroso, pero no necesariamente dañino, sino como una posibilidad de aceptar el cambio a lo que nos debemos enfrentar en la vida, dijo Roberto Eslava, director del montaje.

Aceptar que se debe dejar ir al otro. Pensar que el amor no implica una obsesión, un control u obligación, sino más bien tener conciencia de que es una decisión y que en algún momento las cosas cambian y deviene la separación que, aunque sea dolorosa, nos da siempre la posibilidad de pensar que en un viaje que termina, inicia uno nuevo y se abren muchas otras posibilidades.

La gravedad del silencio fue seleccionada para la programación del Festival Fringe de San Miguel de Allende, Guanajuato, cuya tercera edición se desarrollará del 25 de febrero al 5 de marzo, así como del sexto Festival de Teatro Independiente.

En la actualidad realiza su segunda temporada en el teatro La Capilla (Madrid 13, esquina Centenario, Coyoacán).

Las dos últimas funciones de La gravedad del silencio se efectuarán los jueves 18 y 25 de febrero, a las 20:30 horas.