Si las mujeres recibieran sueldo por las labores que realizan en su hogar, cada una obtendría 47 mil 400 pesos al año, según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Lo que percibirían los hombres es menor: 16 mil 900, pues los quehaceres domésticos de los que se hacen responsables aún son mínimos, de acuerdo con ese mismo organismo.

Tan sólo en lo que respecta a preparar alimentos, de cada 100 que lo hacen 74 son mujeres y 26 son varones, como indican los resultados de la Encuesta Intercensal 2015 del Inegi.

Las tareas domésticas diarias por las que no se percibe salario generan consumo y bienestar en la sociedad. En la medición del instituto en 2014 su valor económico fue de 4.2 billones de pesos, 24 por ciento del producto interno bruto (PIB). Ni las actividades manufactureras o de comercio aportaron tanto ese año, pues representaron 16.7 y 15.5 por ciento, respectivamente, del total del PIB.

La encuesta que aplicó el año pasado el Inegi agrupó en otras seis categorías los quehaceres de la casa, además del de cocina. En el que se refiere a limpiar, lavar o planchar la ropa de la familia, 70.9 por ciento de las mujeres lo realizan y 29 por ciento de los hombres lo hacen.

Atender a personas sanas menores de 15 años, hacer las compras, atender a enfermos, cuidar a adultos mayores y a personas con discapacidad son las otras cinco. En todas hay mayoritaria participación femenina.

En algunas de esas actividades la implicación de los hombres es marginal, como en cocinar y atender a los menores.

Ellas tienen una carga de trabajo superior a la de ellos, concluye el análisis del sondeo. Esta información confirma la importancia del trabajo no remunerado que realizan las mujeres para el funcionamiento de la familia y la sociedad, indica el Inegi.