El papa Francisco fue el primer pontífice en abordar el tema de la diversidad sexual, pero su planteamiento de inclusión aún es vertical y la heterosexualidad es la norma. Así que no sorprende que en su mensaje del pasado lunes sobre la familia se haya referido sólo al modelo tradicional. Sin embargo, si bien la influencia social de la Iglesia católica es cada vez menor, puede dificultar el respeto a los derechos de esa comunidad.

En lo anterior coincidieron activistas y académicos al referirse al mensaje que el jerarca católico pronunció en Chiapas, en el que advirtió que desde distintos frentes se ataca a la familia. Pareciera que ha iniciado una apertura, pero más bien aún está en campaña, tratando de convencer, y pregona una tolerancia, consideró Ángel Christian Luna Alfaro, de El Colegio de Tlaxcala, y experto en temas de género y religión.

Si en verdad quisiera emprender un cambio dentro de la Iglesia, quién sabe si le daría la vida para concretarlo. La transformación cultural es a muy largo plazo, si en verdad llega, apuntó en entrevista. Además, los mexicanos, sobre todo los jóvenes, ya no valoran la opinión eclesiástica, añadió.

La postura del Papa influye momentáneamente, mientras su visita sea novedosa. Lo que es permanente y duradero es lo que hemos logrado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el derecho de las parejas del mismo sexo a casarse y a adoptar, señaló Alex Méndez Díaz, del colectivo Matrimonio Igualitario México.

Si bien ese posicionamiento sobre las familias homoparentales viene de una autoridad internacional para cierto sector, en la medida en que más atención se le otorgue, le daremos legitimidad de que sea él quien decida qué es lo bueno y lo malo. Su mensaje es simplemente fiel a una religión excluyente, opinó.

Francisco reforzó con su discurso a grupos conservadores que no respetan nuestros derechos. Nos hará el camino más difícil socialmente, pero no en lo jurídico, explicó Sandra López Cañedo, de la Red de Madres Lesbianas en México.

La fe es importante para muchas familias, por ello aquellas a las que se les deja a un lado son las más afectadas moralmente. Y también dañan a los pequeños, porque cuando los llevan al catecismo les dicen que se irán al infierno; están expuestos a muchas agresiones, advirtió.