A México deben distinguirlo su capital humano calificado y el valor de su producción y no los bajos salarios, afirmó el presidente Enrique Peña Nieto.

En la entrega, en Los Pinos, del vigesimosexto Premio Nacional de Calidad, el mandatario también resaltó: el México que estamos construyendo es tarea de todos, no sólo del gobierno.

No se trata únicamente –dijo– de la proyección del país elaborada por el gobierno. México se proyecta a través del trabajo que hagan los miembros de su sociedad, de la tarea que cada uno haga, y no hay tarea menor.

El trabajo de cada cual, sin importar dónde, siempre contribuirá a proyectar el país deseado. Será una tarea que nunca se agota querer construir una mejor nación, y estamos empeñados en demostrar a nosotros mismos, en primer lugar, a tener confianza del potencial que tenemos.

Frente a propietarios, dirigentes y algunos trabajadores de las 14 empresas que fueron reconocidas por sus procesos de productividad, innovación y competitividad, el mandatario se refirió a la transformación experimentada por México luego de la fuerte dependencia de la producción y exportación petrolera y una decisiva intervención del gobierno en la economía y la consecuente marginación a la iniciativa del sector privado.

Pero a partir de 1990, añadió, México ha cambiado de forma positiva para abrir espacios a organizaciones e individuos que con iniciativa deciden incursionar en distintas actividades económicas.

Además, el país dejó de ser altamente dependiente de las exportaciones mineras y de petróleo. Ilustró: en 1990, el país vendía al mundo 24 mil millones de dólares y de éstos, 40 por ciento era por los sectores minero y del petróleo. Para 2015, las exportaciones fueron de 381 mil millones de dólares y sólo 7.3 por ciento correspondieron a esos sectores.

Ese avance confirma los beneficios que ha traído a México abrirse al mundo y demuestra que la mejor manera de competir es con calidad, innovación y menores costos de productos y logística.

Destacó tres frentes a partir de los cuales trabaja su administración para impulsar el desarrollo: políticas innovadoras, infraestructura y reformas estructurales. De estas últimas se ha hablado mucho y el gobierno sigue trabajando en forma perseverante para derivar de ellas beneficios para los mexicanos.

Para el sector empresarial ahí presente, Peña Nieto ubicó como relevantes las reformas energética, de telecomunicaciones y financiera. Y habló de avances tangibles: en 2012, la tarifa industrial promedio de electricidad en México era 84 por ciento más alta y a noviembre del año pasado ésta fue sólo 15 por ciento superior.

Antes, Enrique Jacob Rocha, presidente del Instituto Nacional del Emprendedor, se refirió a las empresas ganadoras como entidades esforzadas a diario por innovar, estandarizar procesos, crear nuevos modelos de negocio, liderar tendencias de mercado y trabajar con responsabilidad social y sustentabilidad.

Los ganadores fueron, en la categoría organización micro: Sephnos (productos plásticos); Organización Grande, Interprotección (seguros); Innovación Organizacional, Profesor Chiflado (educación); Kidzania (entretenimiento); Promoción y Operación (servicios empresariales).

En la categoría de salud: Hospital Country 2000 (Guadalajara); en manufactura, Eaton Aerospace Group (maquiladora); Daimler (automotriz); Federal-Mogul Motorparts Braking Group (autopartes); en energía: División de Distribución de la CFE; en turismo, restaurante Tierra y Cielo; Grupo Turístico Minero; Taquería Chavelo y Azul de Oaxaca.