El papa Francisco tiene en su corazón a las 27 mil personas desaparecidas en México en los últimos 10 años y su mensaje es por todos, aseguró Federico Lombardi, vocero del Vaticano, quien reiteró su extrañeza porque se insista en el tema de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos.

Veo un poco extraño que hay particular presión continua por un grupo particular, indicó en conferencia de prensa anoche, en la cual estuvo acompañado por Eugenio Lira Rugarcía, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano y coordinador general de la visita del pontífice.

Por la mañana, en otra conferencia de prensa, acerca de la solicitud de audiencia que hicieron los padres de los normalistas, Lombardi señaló: Esta cuestión de los 43 es la veintésima vez que me lo han pedido, y no tengo diferentes respuestas de la que he dicho antes.

El portavoz pontificio también se refirió al trato que ha dado Jorge Mario Bergoglio al problema de la pederastia clerical. Aseveró que el Papa ha hecho en este campo lo que tiene que hacer y lo ha realizado con empeño y decisión.

Explicó que con estas víctimas el Papa sí ha tenido encuentros personales muy largos, que se han efectuado principalmente en Roma. Destacó la creación de una comisión para atender este tema. La primera vez que le preguntaron fue debido a que Bergoglio estaba en Michoacán, estado donde nació el sacerdote pederasta Marcial Maciel, fundador de la Legión de Cristo.

Acerca de los 43 normalistas desaparecidos, Lombardi subrayó que este grupo de víctimas está invitado a la misa que encabezará este miércoles Francisco en Ciudad Juárez, Chihuahua, e insistió en la imposibilidad de atender todas las peticiones de reunión.

Dijo que a él, en Roma, le llegan entre cuatro y cinco peticiones de entrevista personal por día, y dejó en claro que es imposible dar curso a todas.

Explicó que la visita de Jorge Mario Bergoglio al país es de cinco días, tiempo en el cual el pontífice no puede hacer una enciclopedia de todos los problemas.

Consideró que el de Ayotzinapa es un “caso muy trágico, yo no lo digo, todo el mundo lo conoce, pero si el Papa dice ‘yo prefiero hacer un encuentro con todos juntos’, yo acepto y entiendo su palabra y que tiene conciencia de la gravedad de los asesinatos.

Veo un poco extraño que continuamente, durante días y días y días, se hace presión.

Apuntó que el asunto de las personas desaparecidas es un problema muy grande. El Papa desea rezar y hablar en favor de todas. Ayer (lunes) yo recibí en Chiapas un documento de un grupo que tiene la memoria de 46 víctimas de la masacre de hace algunos años (al parecer la de Acteal), vinieron con mucha gentileza y responsabilidad con un documento para darlo al Papa.

Dijo que en la misa de Ciudad Juárez Francisco desea hacer memoria de las víctimas de la violencia en conjunto, y todos los grupos que deseen venir pueden hacerlo, pero el Papa no puede hacer encuentros particulares con cada uno que fue víctima.

El portavoz del Vaticano estimó que el comportamiento de la persona que cogió la mano del Papa fue fruto de la emoción que generó la presencia del pontífice, pero no fue algo muy inteligente, no es muy correcto.