Ixtepec, Oax.

Un enorme árbol de flores moradas cubre desde hace una década a 52 estudiantes de primaria en la colonia Doctores, en Ciudad Ixtepec, que carece de sanitarios, agua potable y electricidad. Sus sillas fueron regaladas y los pizarrones son improvisados.

El Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) dio al plantel nombre oficial (Rufino Tamayo) y clave oficiales hace un año. Los niños la siguen llamando la escuelita del Guayacán.

Johanna Guzmán, Claudia Rosado, Patrocinio Morales y Eleazar Velázquez forman la plantilla docente junto con el director, Rubén López.

Debido a los fuertes vientos que soplan en el Istmo de Tehuantepec entre enero y marzo, profesores y padres de familia construyeron hace dos años tres aulas de cartón y piso de tierra que sólo alcanzan para los tres primeros de los seis grados de primaria.

Cada aula tiene su biblioteca de textos infantiles que los pequeños leen durante el recreo. Los niños, de uniformes azul y blanco, elaboran un periódico mural, hacen ejercicio en la clase de educación física y acuden a desfiles oficiales.

La colonia marginada Doctores fue fundada por habitantes de la sierra mixe-zapoteca. Los alumnos viven cerca de la escuela, a donde vuelven después de ir al baño en sus casas.

El terreno de la escuela es prestado y el ayuntamiento entrega mensualmente un apoyo que gestionaron maestros y padres de familia en 2013.

Inés Santiago recordó que cuando su hijo Carlos ingresó a primer grado, hace cinco años, no había aulas de cartón, y las clases se impartían bajo el árbol.

Cada grupo tiene de 10 a 12 alumnos; son clases personalizadas. A mi hijo lo he comparado con sobrinos en conocimientos y no les pide nada. Los maestros son muy participativos; lo que no me gusta son las condiciones antihigiénicas, dijo.

En la televisión vemos cómo se presume con tantos comerciales la reforma educativa, pero aquí seguimos en el abandono, agregó.

Agregó que el alcalde de Ciudad Ixtepec, Eduardo Pedro Reyes, ordenó construir dos aulas y un módulo de sanitarios. Ojalá lo termine pronto. Nuestros hijos requieren de aulas dignas, sólo eso pedimos.

Eleazar Velázquez, quien da clases desde hace más de cinco años en la escuelita del Guayacán, relató que ha sido un gran reto laborar en estas condiciones y que varios profesores no han soportado más de un año.