A las 19:14 horas de ayer aterrizó en el aeropuerto capitalino el avión que trajo a México al papa Francisco, procedente de Cuba, desde donde envió condolencias por los 49 muertos en el penal de Topo Chico, en Nuevo León. Lo recibieron el presidente Enrique Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera, así como miembros del gabinete federal. ¡Queremos que el Papa nos dé la bendición!, gritaban miles que acudieron a la terminal aérea a darle la bienvenida. Antes de las 4 de la tarde, fieles de la Ciudad de México, de distintas partes del país y de otras naciones empezaron a congregarse a lo largo de los 19 kilómetros de ruta papal desde el aeropuerto capitalino hasta la nunciatura apostólica, donde el pontífice pidió a jóvenes ahí reunidos: tranquilitos, vayamos a casa en paz para dejar dormir a los vecinos Foto Afp