Vengo en una visita de amistad
, dice el jerarca Kirill en aeropuerto de La Habana
Viernes 12 de febrero de 2016, p. 31
La Habana.
El líder de la Iglesia ortodoxa rusa arribó este jueves a Cuba, un día antes de una reunión aquí con el papa Francisco en la cual se espera que aborden las profundas diferencias de más de mil años entre la rama occidental y oriental del cristianismo.
El presidente cubano, Raúl Castro, aliado de Rusia que recibió a Francisco hace cinco meses, gestionó la reunión, la primera en la historia entre un Papa y un patriarca ortodoxo ruso.
Castro recibió en el aeropuerto de La Habana al patriarca Kirill, quien lució vestimenta blanca y negra. He llegado aquí para una visita de amistad. Estos sentimientos buenos entre los dos pueblos se conservan
, dijo Kirill a periodistas.
Castro, de 84 años, dialogará en privado con el patriarca Kirill este viernes, poco antes de la llegada del papa Francisco a la isla, una escala en su viaje a México.
Jorge Mario Bergoglio y el Vaticano ayudaron de manera significativa, mediante conversaciones secretas que duraron meses, al acercamiento entre Cuba y Estados Unidos tras más de cinco décadas de enemistad ideológica.
Otro factor que abonó el encuentro entre Francisco y Kirill es que en los últimos años, Cuba ha pasado del aislamiento en la esfera diplomática occidental a convertirse en centro de importantes encuentros y en mediador de conflictos armados como el de Colombia, el más antiguo del continente.
Ahora, Francisco intentará reparar profundas diferencias. La ortodoxia oriental se separó de Roma en el Gran Cisma de 1054. La Iglesia rusa cuenta actualmente con unos 165 millones de los 250 millones de cristianos ortodoxos del mundo.
El Vaticano y el Patriarcado de Moscú informaron de manera sorpresiva su encuentro en La Habana con una semana de antelación. Francisco hará una escala de tres horas en Cuba para su reunión con el patriarca Kirill camino a México.
Kirill tendrá una estancia más prolongada en la isla. También visitará la pequeña pero simbólica Iglesia ortodoxa en Cuba, construida entre 2004 y 2008 y a la que asiste una comunidad rusa residente en la isla desde las décadas de la influencia soviética en el país caribeño.
Se espera que ambos líderes religiosos aborden la finalización de la persecución y matanza de los cristianos en Medio Oriente, así como las diferencias entre las iglesias.
El presidente ruso, Vladimir Putin, mejoró las relaciones con Cuba tras el colapso de la Unión Soviética, principal benefactor del gobierno de la isla hasta principios de la década de los 90.
En 2001, durante el primer mandato de Putin, el ex presidente Fidel Castro aprobó la construcción del templo ortodoxo ruso en la isla, edificado frente a la bahía de La Habana, actualmente una zona turística en auge.
En 2004, siendo jefe del departamento de asuntos exteriores de la Iglesia rusa, Kirill aterrizó en La Habana para presidir una ceremonia que incluyó la colocación de la primera piedra del templo.