Bruselas.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) lanzó este jueves una misión naval sin precedente en el mar Egeo para intentar combatir a las redes de traficantes de personas y frenar así el flujo de migrantes que desde las costas de Turquía intentan llegar a territorio griego, puerta de entrada a Europa que enfrenta la peor crisis migratoria desde 1945.

La OTAN redirige un grupo naval hacia el mar Egeo para iniciar la vigilancia de las actividades marítimas, señaló el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, luego de que los ministros de Defensa avalaron en Bruselas un pedido en ese sentido de Alemania, Turquía y Grecia.

Antes, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, anunció que los 28 miembros de la OTAN expresaron su voluntad de apoyar y participar en tal operación. “Es importante resolver esta crisis que nos afecta a todos, dijo Stoltenberg.

Los detalles de la misión, criticada por Amnistía Internacional, deben ser definidos, pero el objetivo es proveer información y vigilancia para ayudar a luchar contra el tráfico humano y las redes criminales, en cooperación con los guardacostas nacionales y la Unión Europea, explicó Stoltenberg, quien precisó que no se tratará de detener o repeler los barcos de refugiados.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, denunció presiones internacionales para abrir sus fronteras a los miles de refugiados sirios que huyen de los combates entre el ejército del presidente Bashar Al Assad y grupos opositores en Aleppo, y advirtió que podría enviarlos a otros países.

Erdogan confirmó negociaciones con la Unión Europea, en las que amenazó con enviar a Europa a los migrantes si no recibe una suma suficiente para mantenerlos en su territorio, en momentos en que 51 mil sirios se agolpan en la frontera turca, según el Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que explicó que otros 300 mil civiles se encontrarían asediados dentro de Aleppo.

El Centro Sirio para la Investigación Política (CSIP) indicó en un informe divulgado en Beirut que en cinco años de guerra civil han muerto 470 mil personas en Siria, donde 69 por ciento de la población vive en pobreza extrema.

Contrario al CSIP –que se define como un grupo de estudios independiente sin fines de lucro, pero que los críticos lo consideran leal a Al Assad–, la ONU ubica las muertes en Siria en 250 mil.

El opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dio este jueves una cifra similar, de 269 mil 617 fallecidos, entre ellos 78 mil 586 civiles.

En Munich, los principales involucrados en la crisis siria acordaron suspender hostilidades en una semana y extender el acceso de la ayuda humanitaria, informó el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, quien apremió a la reanudación de las negociaciones de paz en Ginebra lo antes posible, al término de una reunión del Grupo Internacional de Apoyo a Siria.