La baja en el precio del barril de petróleo y la devaluación del peso frente al dólar han generado un alza en el precio de los alimentos y un proceso de especulación, que impacta de manera negativa el poder adquisitivo de las familias capitalinas, afirmó el secretario de Desarrollo Social, José Ramón Amieva.

En la Feria de Servicios realizada en el Jardín Hidalgo de la delegación Azcapotzalco informó que la llamada cuesta de enero la seguimos sintiendo hasta ahorita, que ya estamos en febrero, porque el país no vive una situación financiera adecuada.

Tan sólo el kilo de tortilla alcanzó un precio récord de 18 pesos en Hermosillo, Sonora, y en estados del sureste está 16, mientras en expendios de la capital del país se vende en 12, informó la Secretaría de Economía, lo cual generó la broma de qué llegará primero a 20 pesos, si la tortilla o el dólar, señaló.

Por ello se abrirán 150 nuevos comedores públicos y comunitarios, donde se mantendrá su gratuidad y costo de 10 pesos, respectivamente, ofreciendo las mismas porciones con el contenido calórico y alcance nutricional, y se prevé que den servicio a 85 mil personas diariamente.

Estamos seguros de que cuando abramos esos comedores la gente acudirá, pues tenemos 40 mil familias en pobreza alimentaria, de acuerdo con el último conteo realizado por Coneval, pero sólo atendemos a 26 mil, por lo que vamos a reforzar los programas sociales en el tema alimentario, argumentó.

Además la instrucción es no recortar un sólo peso de los programas sociales para los habitantes de la capital y entregar 5 mil tarjetas a igual número de Adultos Mayores, a fin de que ninguna persona mayor de 68 años se quede sin su pensión alimentaria, precisó.

Se cuenta asimismo con 32 millones de pesos del Fondo de Emergencia Social para atender las necesidades más apremiantes de la población, y continúa la recepción de proyectos de mejoramiento barrial, donde nos hemos convertido en la Secretaría de Obras Ciudadana.

Con la baja de más de 50 por ciento en el precio del petróleo, aún con el famoso seguro contratado y un dólar cada vez más caro, muchas empresas del ramo alimentario que tienen contratos, créditos o pagos en esa moneda encarecerán el producto; aunque también podría significar un recorte de empleos.

Por ello, en estos tiempos de frío climático, como de un frío económico en las finanzas y en los dineros personales es cuando más se necesitan los programas sociales y cuando más tenemos que estar al pendiente para evitar que la gente caiga en una situación de pobreza extrema, que es la pobreza alimentaria, puntualizó el funcionario.