El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) envió una carta al papa Francisco en la que expresa su visión sobre el grave riesgo que implica la reactivación del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el cual amenaza destruir el último reducto de 14 mil 500 hectáreas de entorno lacustre de lo que fue el gran sistema de los lagos Zumpango, Xaltocan, Texcoco, Xochimilco y Chalco, que originalmente cubrían 150 mil hectáreas y en la actualidad están bajo la mancha de asfalto de la zona metropolitana.

La misiva, de 10 cuartillas, dirigida al querido hermano, papa Francisco, está fechada el 27 de octubre de 2015 y fue entregada al pontífice por conducto del obispo Raúl Vera López.

Nos alienta la digna posición que usted tiene para la humanidad ante la grave crisis a la que hemos llevado a nuestra Madre Tierra. Por eso, conociendo la preocupación que comparte con muchos hombres y mujeres del mundo sobre la apremiante necesidad de un cambio de rumbo para evitar la destrucción de la vida, es que nos atrevemos a hacerle llegar esta carta.

En la misiva se hace un recuento de la historia de Atenco (que en náhuatl significa en la orilla del agua), desde su formación hasta nuestros días, así como de la lucha de la comunidad en la defensa de sus derechos.

Desde que el entonces presidente Vicente Fox pretendió expropiar 70 por ciento del territorio de uso agrícola de la región para construir el nuevo aeropuerto hasta el gobierno federal actual, que pretende dividir a la comunidad para crear condiciones favorables a dicho proyecto.

El pueblo de Atenco señala que en octubre de 2001 se creó el FPDT para luchar contra la intención de arrebatarnos la tierra, el territorio y el agua, y afirma que la defensa de su territorio ocurrió durante la visita del papa Juan Pablo II, a quien le hicieron llegar una carta, por conducto del obispo de Texcoco, Juan Manuel Mancilla, para que interviniera. Sabemos que la mediación de Juan Pablo II fue providencial para que el gobierno mexicano finalmente decidiera dar marcha atrás a su imposición.

En la misiva se recuerda la represión ordenada por el entonces gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, del apoyo de la sociedad y de cómo los presos políticos –detenidos los días 3 y 4 de mayo de 2006– quedaron en libertad; sostiene que el nuevo aeropuerto es un proyecto de muerte, sobre el cual los atenquenses nunca fuimos consultados, y presenta las opiniones de especialistas en biología, arquitectura, aeronáutica, aeronavegación, edafología, geología, antropología y arqueología respecto de la inviabilidad del proyecto.

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