En vísperas del arribo del papa Francisco a México elementos de las policías Federal y Militar resguardan la sede de la nunciatura apostólica, donde pernoctará el pontífice. Fuera de la sede diplomática vaticana está apostada una unidad canina.

En un recorrido realizado por La Jornada en los alrededores de la nunciatura se constató que en todas las calles se colocaron vallas metálicas y se permite el paso a pie y en vehículos.

Sólo en la calle Juan Pablo II de la colonia Guadalupe Inn, donde se ubica la sede vaticana, se impide el paso en automóvil.

La estación Francia del Metrobús fue cerrada y en Insurgentes se instaló una pantalla gigante para que las personas que participen en las vallas de seguridad o que transiten por la zona puedan seguir los pormenores de la visita papal. También se instaló un puesto de atención al público.

Vecinos de la nunciatura señalaron que ayer por la mañana entregaron tarjetones a los residentes y a quienes laboran en la zona para que puedan circular en esa área, que quedará restringida desde este viernes.

Casi frente a la puerta principal de la sede vaticana se encuentran los sets de Televisa y Tv Azteca, que transmitirán los pormenores de la visita de Francisco bajo el concepto Televisión Mexicana.

La Basílica de Guadalupe, lista para la celebración de una misa

El canónigo Juan Castillo explicó al semanario de la arquidiócesis de México, Desde la fe, que como parte de los preparativos para la misa que oficiará el pontífice el 13 de febrero en la Basílica de Guadalupe, se instalaron gradas especiales en el atrio, sanitarios móviles y un equipo de pantallas con audio fuera del recinto.

Explicó que han tenido diversas reuniones para preparar la celebración eucarística que presidirá el Papa.

Dijo que para recibir a los fieles, la Basílica de Guadalupe abrirá sus puertas a las 6 de la mañana y no se permitirá el acceso dos horas antes de la misa.

Uno de los actos más importantes será cuando Francisco entre al camarín de la Virgen de Guadalupe, donde orará. Posteriormente ingresará a una oficina especial y firmará el libro donde se conservan las rúbricas de los invitados distinguidos.

Para la misa se dispondrá de 23 mil hostias y se ha pedido a los asistentes no llevar botellas, paraguas, armas blancas ni láser señaladores.