La Secretaría de Gobernación (SG) aseveró que no habrá ganancia política de la visita del papa Francisco y tampoco ‘‘temor’’ del mensaje del pontífice respecto de los problemas que enfrenta México. Humberto Roque Villanueva, responsable del vínculo entre la dependencia y las asociaciones religiosas, ofreció autocrítica gubernamental, ‘‘pero no autosanción’’.

Dijo que el gobierno nunca objetó la visita del jerarca de la Iglesia católica a Chiapas o algún otro punto de la agenda. Las expresiones del visitante serán bien recibidas y correctamente interpretadas. ‘‘La expresión de temor no existe en el gobierno de la República; existe expectativa en el gobierno, en la sociedad y en los actores políticos y sociales del país.

‘‘Hay una gran expectativa y las palabras del sumo pontífice van a ser aquilatadas y tendrán efecto en la sociedad mexicana y en las estructuras de gobierno en sus tres niveles’’, subrayó.

El visitante no emitirá ‘‘mensajes particulares’’

También confirmó la invitación de distintos grupos sociales y de víctimas del delito, incluidos tres padres de los normalistas de Ayotzinapa (desaparecidos en septiembre de 2014) a la misa del Papa en Ciudad Juárez, Chihuahua, aunque precisó que Francisco no emitirá ‘‘mensajes particulares’’ respecto de casos específicos relacionados con la seguridad, la migración y similares. Posiblemente se acerque a la línea fronteriza para dar un mensaje acerca de la migración.

‘‘Se ha invitado al grupo de padres (tres, como comisión) a un lugar relativamente preferente en la misa… Tenemos conocimiento de que el Papa y la jerarquía católica buscarán tener grupos representativos de parte de la problemática social que tenemos en el país.’’

En conferencia de prensa, el funcionario dijo que el Estado mexicano interpreta correctamente la laicidad del mismo y no prevé consecuencias políticas de ningún tipo en esta visita. Hasta el momento, la SG desconoce si el presidente Enrique Peña Nieto acudirá a alguno de los actos religiosos encabezados por el pontífice, y si así ocurriera, señaló, no habría impedimento legal para la presencia de ningún funcionario público.

Tal como lo hizo el martes la Presidencia de la República, el subscretario reiteró que si bien se trata de una visita pastoral, ésta conlleva además tintes oficiales por la doble investidura del visitante: pontífice de la Iglesia católica y jefe del Estado Vaticano, reconocido por México.

Ante la pregunta de cuántos católicos hay en México, el funcionario dijo que el nivel escila entre ‘‘80 y 84 por ciento’’ de la población total, aunque hizo referencia al crecimiento de iglesias evangélicas.

La dirección de Asociaciones Religiosas de Gobernación tiene el registro de más de 8 mil 500 grupos de este tipo, los cuales ‘‘se dividen la mitad hacia la Iglesia católica y la mitad a las distintas vocaciones religiosas.

El gobierno recibió 10 mil boletos para los asistentes a dos eventos ‘‘del componente oficial’’ de la visita, tanto en la recepción como en la despedida. En Palacio Nacional habrá cerca de mil 500 invitados, entre el gabinete legal y ampliado, cuerpo diplomático, legisladores y líderes de grupos de la sociedad civil, dijo.

‘‘No es que estemos sustrayendo, digamos, del boletaje que le corresponde a las diócesis o a la Conferencia del Episcopado. Han sido mínimas las reservas que ha hecho el gobierno; a veces la han hecho los gobiernos estatales, más que el federal, para los eventos de carácter religioso.’’