París.

Laurent Fabius, ministro de Relaciones Exteriores de Francia, anunció este miércoles su renuncia, tras lo cual el presidente François Hollande confirmó su nombramiento al frente del Consejo Constitucional, máximo tribunal responsable de garantizar que las leyes cumplen la Constitución.

La partida de Fabius, tras cuatro años en la cartera, provocará una reorganización en el gobierno en los próximos días, preparada por Hollande con el objetivo de ampliar su mayoría con vistas a las elecciones presidenciales de 2017, en las que participaría sin cambiar sus orientaciones económicas liberales ni su política de seguridad.

Al salir de un Consejo de Ministros, Fabius afirmó que era la última vez que participaba en el mismo. Poco después, Hollande confirmó su decisión de nombrarlo al frente del máximo tribunal.

Trascendental en las ambiciones electorales de Hollande, fue la aprobación en la Asamblea Nacional (cámara baja) de una controvertida reforma constitucional impulsada por el presidente, que prevé fijar en la Constitución la posibilidad de quitar la nacionalidad francesa a autores de crímenes y delitos terroristas, así como la aplicación del estado de emergencia.

La reforma constitucional denominada Protección de la nación, propuesta por Hollande después de los atentados del 13 de noviembre que dejaron 130 muertos y cientos de heridos, fue adoptada en primera lectura con 317 votos a favor, 199 en contra y 51 abstenciones.

La reforma debe ser ahora presentada al Senado –donde la oposición de derecha es mayoría–, y ser aprobada en términos idénticos al texto votado en la Asamblea. Luego, será sometida a las dos cámaras del Congreso, donde la adopción requiere la aprobación por tres quintas partes de la votación.

Esta votación revestía una importancia crucial para el presidente, pues su rechazo hubiera enterrado la iniciativa, y significado una desautorización para Hollande, en sus ambiciones de obtener un segundo mandato en 2017.

Votar contra, es poner en dificultad al gobierno y en minoría al presidente, apuntó ante los diputados el primer ministro Manuel Valls, quien después de la votación se declaró satisfecho y convencido de que la revisión constitucional será aprobada por el Congreso.