El saltador de altura Édgar Rivera se adelantó el regalo de cumpleaños –este sábado cumple 25– al calificar a los Juegos Olímpicos Río 2016 con un brinco de 2.30 metros, dos centímetros más de la marca exigida para acudir a la cita brasileña, y como resultado de su estancia de 14 meses en la concentración especializada del High Jump Olympic Center, en Colonia, Alemania.

El martes anterior, el integrante de la ahora dinastía de los hermanos Rivera Morales –Luis y Adrián también compiten en pruebas de campo– se alzó con el triunfo en la competencia Brnenska Latka, de República Checa, con el mejor salto de su carrera, que además igualó el récord mexicano de la especialidad e impuso nuevo registro nacional en la misma prueba bajo techo.

Cuando el Centro de Alto Rendimiento de Salto de Altura de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) se abrió, la Federación mexicana de la especialidad logró luego de cuatro años que el sonorense trabajara en el lugar, por lo que ahora empiezan a darse los resultados, comentó Antonio Lozano, su titular.

Esta preparación no le cuesta nada al país, porque la IAAF se encarga de becar a deportistas a los que les ve futuro y que le ponen todo para cada vez ser mejores. En ese centro, que es uno de los cuatro que tiene en todo el mundo, hay apenas unos cuantos deportistas, lo que desde luego es un orgullo para México que uno de los nuestros trabaje en el lugar y empiece a dar buenos dividendos, expuso el dirigente.

Mientras tanto, el martes se vivió un ambiente especial en el municipio de Agua Prieta, Sonora, de donde es originaria la familia Rivera Morales, ya que es muy querida en el lugar y en cuanto se supo la noticia de su calificación a la justa cuatrienal, hubo muchas muestras de apoyo y afecto a sus padres refirió el director del Instituto del Deporte Municipal y tío del atleta, David Morales.

Por acá se le estima mucho a la familia y se le tiene mucho aprecio a los hijos, porque se han constitutido como un buen ejemplo para todos, ya que no sólo han triunfado en lo académico, sino que en el deporte cada vez más se consolidan con atletas de calidad mundial, explicó.

A su vez, Genaro Enríquez, director general de la Comisión del Deporte de Sonora (Codeson), destacó que la actual administración estatal trabaja en recuperar las becas que se les brindaban anteriormente a los mejores exponentes de deporte en la entidad fronteriza, porque son personas que merecen tener todo el apoyo para lograr mejores resultados.

Se comprometió a mantener un seguimiento cercano, similar el que hasta ahora ha tenido con los tres hermanos Rivera, así como con otros sonorenses, ya que hay cerca de una veintena que pueden acceder a los Juegos Olímpicos de Río.

Además de los resultados deportivos, los hermanos tienen una fundación que brinda apoyo a una veintena de estudiantes –que mantengan 8.5 de promedio– y Luis solicita a la Universidad de Arizona de Estados Unidos que done el material deportivo usado, para que sea aprovechado por los aguapretenses.

Édgar Rivera es el sonorense número 24 que llegará a unos Juegos Olímpicos y el octavo en el atletismo; su hermano Luis Alberto había sido el más reciente de ellos en una lista donde destacan los velocistas Ana Gabriela Guevara, Alejandro Cárdenas y Juan Pedro Toledo, entre otros.