Opinión
Ver día anteriorMartes 9 de febrero de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

Abren frente en Movilidad

Posible conflicto de intereses

Subsecretaria impune

E

n buen lío se ha metido la subsecretaria de Movilidad de esta ciudad, Laura Ballesteros. Sin hacer caso a aquello de los conflictos de intereses –seguramente se supone impune– hace y deshace desde la cartera que se le ha asignado, sin mayor problema.

Tal vez porque su marido, importante funcionario de una ONG trasnacional con fuerte influencia en el gobierno de la ciudad, no fue lo suficientemente importante como para que abandonara el cargo, ahora ha designado a Karina Licea, hasta agosto pasado vocera de la empresa de taxis privados, si así se le puede llamar, Uber, como directora de área en la subsecretaría que encabeza.

La señora Licea no solamente era quien defendía los intereses de Uber, sino hasta no hace mucho tiempo también era coordinadora de proyectos de transporte masivo del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), curiosamente la misma organización donde trabaja el esposo de la subsecretaria, lo que hace, cuando menos, muy sospechoso el nombramiento.

El asunto, que debe contar con la anuencia, cuando menos, del secretario de Movilidad, Héctor Serrano, se ha convertido en un escándalo entre la gente que conoce de los asuntos de vialidad en esta capital. Taxistas, microbuseros y casi todos –los bicicleteros no son los consentidos de la ONG– los que tienen que ver con el transporte se preguntan si la Subsecretaría de Movilidad será el despacho de ITDP en el gobierno citadino, luego de mirar qué tanta influencia tiene en el gobierno de Miguel Ángel Mancera.

Lo que advierten, principalmente los microbuseros, es que el gobierno le ha regalado un subsecretaría al ITDP, algo que nadie puede entender y que, conforme se conoce, va causando malestar no contra la organización ni contra la subsecretaria, sino contra el secretario Serrano y contra el propio jefe de Gobierno, a quienes se hace responsables de ese conflicto, que va aumentando de color día con día.

El asunto que ha derramado el vaso es la llegada de la señora Karina Licea a la subsecretaría, porque además no hay quien olvide que también fue una de las convocantes de aquello que se llamó picnic en el Viaducto o algo por el estilo, movilización que no sirvió de mucho –quieren o querían los participantes en ese acto, entre otras cosas, ríos vivos en la ciudad–, pero llamó la atención de muchos medios de comunicación.

No sólo eso. Si bien ITDP es una organización sin fines de lucro, su relación, o la de la señora Licea, con Uber, que nada tiene de caritativa, advierte signos de interés que van más allá del altruismo.

En fin, el asunto es que si no se resuelve el problema ya, es muy probable que dentro de muy pocos días la protesta que hasta hoy está encapsulada en las oficinas de gobierno y en las de los transportistas salga a la calle para repudiar el manejo de la señora Ballesteros, que tanto daño le puede hacer al gobierno de Mancera. ¡Aguas!

De pasadita

El domingo pasado y ayer lunes se empezaron a hacer públicas las diferentes opiniones sobre lo que tendrá que ser la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, y las trampas que desde el Instituto Nacional Electoral se han tendido para que este proceso no parezca lo aseado que requiere una empresa política de tal calado. Lo mismo Armando Quintero, que reclama la participación de los ex delegados en la construcción de las leyes fundamentales para esta ciudad, o la postura de Raúl Flores, diametralmente opuesta al PRD nacional, son apenas el principio de una discusión que habrá de prolongarse muchos meses más. Ya veremos.