Vila Isabel abrió el segundo día de desfile
Martes 9 de febrero de 2016, p. 8
Río de Janeiro.
Las luces del fumigado sambódromo de Río de Janeiro se encendieron este lunes para el último día de desfiles y una sobredosis de samba, erotismo y fantasía que en este carnaval ha noqueado el temor al zika.
Los cuerpos esculpidos y sudados en lujosos taparrabos se mecen rítmica, sensualmente; la batería despega del asiento hasta al más patadura, los ojos no bastan para tanto destello, la cerveza no logra calmar la sed en medio del calor intenso: estas dos noches, miles de cariocas y muchos turistas viven en un mundo alternativo.
La tradicional Vila Isabel abrió el desfile la noche del lunes, después de un espectáculo de fuegos artificiales por los Juegos Olímpicos de agosto. Otras cinco escuelas le siguen durante toda la madrugada en el recorrido de 700 metros por la avenida Sapucaí para competir por el título de campeona del carnaval
.
Hay mucho de imaginación del pueblo
Los 70 mil espectadores en el sambódromo y los cinco millones de fiesteros que hace dos semanas siguen una estricta dieta de samba, cerveza y seducción en carnavales callejeros de Río se han mayormente encogido de hombros ante el zika.
En esto hay mucho de imaginación del pueblo, no hay ese brote así como lo pintan
, dijo desconfiado Marco Aquino (44), que no usó repelente esta noche. Es un momento de alegría, no para pensar en estas cosas
, siguió.
En estos días de fiesta al pueblo brasileño el zika le importa un rábano
, dijo Marilene Borba (67).