En Xicoténcatl, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Alejandro Encinas, Porfirio Muñoz Ledo y Miguel Concha, integrantes del movimiento Por México Hoy, convocaron a reunir cientos de miles de firmas, para demandar la reforma de los artículos 35, 36, 41 y 135 de la Carta Magna, y convocar a una asamblea constituyente, con la finalidad de elaborar una nueva Constitución Política para el país, debido a que con los 697 cambios que ha temido el texto constitucional, han borrado toda reminiscencia de los pilares que cristalizaban los legados más valiosos de la Revolución.

Alejandro Encinas, anunció que un grupo de ciudadanos ha decidido impulsar una iniciativa ciudadana para elaborar una nueva Carta Magna. Destacó que la Constitución tuvo 697 modificaciones, 93 de los cuales fueron en este gobierno.

La Constitución, precisó, ha dejado de ser de derechos esenciales, que represente las aspiraciones y los valores de nuestra sociedad, para atender los intereses y la ambición de una minoría privilegiada.

Resaltó que de las reformas de avanzada que se le han hecho se encuentran el derecho al sufragio de las mujeres en 1953; el reconocimiento de los derechos humanos, así como las garantías para su protección, plasmados en al artículo uno; el reconocimiento y garantía de los pueblos y comunidades indígenas a su libre determinación y autonomía, en el artículo dos.

Reformas del neoliberalismo

Pero hay otras reformas promovidas por el neoliberalismo que han desmantelado los pilares de nuestra Constitución; la propiedad originaria de la nación sobre los recursos del subsuelo; la rectoría económica y las responsabilidades sociales del Estado, así como los derechos comunitarios de los mexicanos: el agrario, el laboral y a la educación.

Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano subrayó que el texto original ha sufrido más de 600 cambios. Refirió que las llamadas reformas estructurales de la actual administración constituyen una franca negación al espíritu de Querétaro y graves retrocesos por la pérdida de derechos sociales, así como el despojo de facultades del Estado para defender la soberanía e integridad nacionales, y conducir el desarrollo general sin imposiciones ni interferencia nocivas de intereses contrarios a los de México y de la mayoría de los connacionales.

El ex candidato presidencial subrayó: Bien puede decirse que después de las reformas estructurales se ha retrocedido en materia constitucional a tiempos anteriores a 1917. Pidió que se junten miles de firmas –como mínimo, un millón– para respaldar el cambio de rumbo en el desarrollo del país.

Porfirio Muñoz Ledo citó estudios que ha realizado el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el que se destaca, según encuestas, que 54 por ciento de los mexicanos en 2001 estaba convencido de que la Constitución no sirve para resolver los problemas nacionales; en 2008, ya eran 72 por ciento de los mexicanos, y en 2015 sumaron 77 por ciento de ciudadanos que pensaban que la Carta Magna no sirve para resolver los problemas nacionales.

Miguel Concha dijo que si nos preguntamos por qué requerimos nuevos procesos encaminados a generar un nuevo texto constitucional, lo primero que viene a mi mente es que el texto vigente hoy día y teniendo como base algunas de las reformas constitucionales realizadas en el contexto de las llamadas reformas estructurales, no son modificaciones que beneficien a las personas y pueblos, sino a un sector meramente empresarial que ahora se impone por encima de todos y todo.

Encinas y Cárdenas precisaron que se requiere impulsar la reforma a los artículos 35, 36, 41 y 135 constitucionales, para que los ciudadanos gocen del derecho a convocar a una asamblea constituyente y que mediante un referendo se apruebe el pacto fundacional que de ésta surja. Cárdenas Solórzano precisó que el artículo 71 constitucional indica que los ciudadanos tienen derecho de iniciar leyes o decretos, si lo manifiesta el 0.13 por ciento de la lista nominal de electores. Esto significa 100 mil o 120 mil ciudadanos expresándose al respecto. Pero 120 mil, con los que se cumpliría el requisito de ley, no representarían el sentir popular. Así que tenemos que recorrer colonias, pueblos, centros de trabajo y de estudio, de todos los municipios, de todos los estados, para reunir como mínimo un millón de firmas.