La Feria del Libro de Tijuana pasa a manos del Cecut
l municipio de Tijuana perdió la organización de la Feria del Libro, el evento cultural más importante de esta frontera. Muchos de los participantes están realmente felices de que el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC) se haya visto en la necesidad de dejar la parte medular de la organización en manos de Pedro Ochoa y su equipo. Resulta que los encargados de la cultura municipal se gastaron ya el presupuesto de todo el trienio.
Su viaje a Colombia con comitiva abultada –por no decir otra cosa– resultó muy caro, y aunque la administración termina el último día de noviembre de este año, ya sólo hay recursos para pagar la nómina (al menos eso esperan los trabajadores de base).
De acuerdo con información periodística, al director del IMAC, Jesús Flores Campbell, su propia junta de gobierno le desaprobó estados financieros de 2014 por opacidad y desorden en los gastos. Por ejemplo, presentó facturas de restaurantes por 24 mil y 14 mil pesos, con el argumento de que esos gastos se hicieron para la organización de la Feria del Libro.
También, de acuerdo con diversas publicaciones, entregó facturas por la renta de un automóvil por más de 41 mil pesos, y lo sorprendente es que a pesar de que presentó incompleta su propuesta de ingresos para 2015, no se le sancionó y mucho menos se le destituyó, como al ex director del sistema municipal de parques temáticos de Tijuana, Julio César Díaz Carrera, y se le asignó un presupuesto de más de 23.5 millones de pesos para ese año.
Los convocantes de la feria buscan una transición tersa. Nadie quiere escándalo, menos el ayuntamiento. Lo que menos necesita Jorge Astiazarán es una nueva exposición mediática después de Tijuana Coqueta, que pretendía hacer de la ciudad un destino de turismo sexual. Así, el Centro Cultural Tijuana, que depende de la recién creada Secretaría de Cultura federal, se encargará de la parte medular de la organización de la feria. Esperemos que para bien del público fronterizo.