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Más tiempo en el aula no garantiza mejor aprendizaje: experto

Plan de horario flexible, para controlar a los maestros
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Maestros que se oponen a la puesta en práctica de la reforma educativa marcharon el viernes de Los Pinos a la Secretaría de GobernaciónFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Domingo 7 de febrero de 2016, p. 11

Profesores y especialistas afirmaron que incrementar el tiempo dedicado a actividades educativas no garantiza que mejore el aprendizaje. La decisión de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de flexibilizar el calendario para optar entre un ciclo de 185 días de clase y otro de 200 está más vinculado a un nuevo mecanismo de control de lo que hacen los profesores en el aula. Lo que está en juego ya no es el dominio del tiempo, sino de la intensidad del aprendizaje, afirmó Roberto Villarreal, investigador de la Universidad Pedagógica Nacional.

Subrayó que la intensidad contra la extensión (de la jornada escolar) tiene que ver con las decisiones que puede tomar la escuela, pero también con un nuevo esquema de organización, en el que la SEP permite que los colectivos escolares tomen ciertas decisiones, pero siempre dentro de un riguroso esquema de control.

Con la transformación en el sector, agregó, es evidente que se buscaba incidir en el manejo del tiempo escolar, pero faltaba el tema de los contenidos, la didáctica y los métodos.

La reforma educativa, dijo, es una estrategia de largo alcance que busca refundar en su totalidad el sistema formativo, desde el financiamiento hasta los objetivos del aprendizaje, y por supuesto mantener un control sobre la organización interna de las escuelas.

La Subsecretaría de Educación Básica señala en el documento Mejor aprovechamiento de la jornada y el calendario escolar que con más horas por día y más aprovechamiento se crean mejores condiciones para fortalecer los resultados de los aprendizajes en el aula. Sostiene que los resultados insatisfactorios en los aprendizajes se vinculan directamente con la dificultad de los profesores para mantener a todos los alumnos en una dinámica.

Afirma que el uso óptimo del tiempo en el salón y el involucramiento activo de los alumnos en clase son factores claves para la mejora educativa. Agrega que en 1992 se amplió de 180 a 200 días de clases, con el argumento de que con más días la calidad automáticamente mejoraría, pero se dejó de lado, advierte, lo que se hace durante la jornada escolar.

Graciela Gutiérrez, profesora de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, destacó que se trata de una medida que difícilmente tendrá un impacto en el aprendizaje si se hace de forma aislada. Mejorar el aprovechamiento del tiempo en el aula no sólo depende de incrementar las horas que los alumnos estén en la escuela.

Isaías Jaime Ignacio, profesor con más de 25 años de servicio, afirmó que aumentar las horas en aula para reducir los días del ciclo escolar parece más una ocurrencia, como sucedió durante el sexenio de Ernesto Zedillo, quien determinó aumentarlo de 180 a 200 días de clases obligatorias.

Dicha medida, recordó, se aplicó sin modificar planes de estudio ni generar nuevos contenidos. Tuvimos que improvisar y ampliar los horarios para ensayar bailes, oratoria, coros y actividades deportivas, necesarias para niños y jóvenes, pero lo que no se quiere comprender es que los alumnos no pueden estar todas las horas que asisten a la escuela sólo en actividades de aprendizaje. Requieren socializar, despejar su mente y jugar. De lo contrario, tendremos generaciones de niños y jóvenes frustrados que acabarán por aborrecer la escuela.