Tamaulipas es considerada una de las entidades con mayor incidencia delictiva; en el primer mes de este año se han contabilizado más de 40 homicidios relacionados con grupos del crimen organizado. Los cárteles de Los Zetas y del Golfo se mantienen como los grupos que controlan el trasiego de drogas, los secuestros y las extorsiones que se cometen en el estado, indicaron funcionarios que participan en el Gabinete de Seguridad Nacional.

Sin embargo, ambos cárteles enfrentan divisiones internas que han incrementado la violencia en zonas como Matamoros, Nuevo Laredo, Reynosa y Ciudad Victoria. Las principales células se identifican con claves como Los Fresitas, Los Metros, Pumas, Ciclones y Zetas Néctar.

Sin embargo, los registros federales han identificado otras células: Comando Zetas, Grupo Zetas, El Extranjero, Grupo Delta Zetas y Fuerzas Especiales Zetas, que se encargan de Ciudad Mier, Valle Hermoso, Madero y Abasolo; en tanto que por el cártel del Golfo también operan Grupo Lacoste, Dragones, Los Sierra y Los Pantera.

Los cárteles de Los Zetas y del Golfo se han dividido regiones de Tamaulipas y en semanas recientes se han registrado confrontaciones por el control de sus zonas de influencia.

De acuerdo con información proporcionada por mandos de la Policía Federal, las células del Golfo controlan Ciudad Madero y Tampico, pero Los Zetas controlan la capital tamaulipecas y se extienden hasta San Luis Potosí y Veracruz.

Mientras los integrantes del Golfo mantienen bajo su control la zona de Matamoros, Los Zetas imponen su hegemonía en Nuevo Laredo, dos municipios fronterizos que conectan con Estados Unidos, y en algunos casos sus hombres se mueven entre ambas naciones para evitar ser detenidos o movilizar cargamentos de droga.

El municipio de Reynosa se ha convertido en uno de los escenarios de mayor confrontación entre ambos grupos y con autoridades militares.

Un ejemplo de estos choques ocurrió el pasado 27 de enero, cuando hombres armados que viajaban a bordo de una camioneta se enfrentaron con militares, lo que dejó un saldo de dos presuntos sicarios fallecidos.

Uno de los enfrentamientos más recientes se registró el pasado 4 de febrero en la carretera La Ribereña, donde cuatro presuntos delincuentes intercambiaron disparos con integrantes de la policía estatal y del Ejército; al tratar de huir dos de los civiles armados resultaron heridos al impactarse la camioneta con un árbol y dos más lograron huir.

En Reynosa Los Metros se han enfrentado con Los Ciclones, ambos grupos son células del cártel del Golfo que se disputan el control de la zona y también han sostenido choques armados con miembros de Los Zetas.

En Nuevo Laredo, grupos de sicarios sostuvieron enfrentamientos los días 18 y 19 de enero que dejaron un saldo de tres sicarios muertos y el aseguramiento de armas largas, así como varios rifles de alto calibre como Barret 50 milímetros y equipo táctico.