El Instituto Nacional Electoral (INE) no tendrá que licitar de forma pública las contrataciones que haga para organizar la elección de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, la cual contará con una bolsa de unos 400 millones de pesos.

El organismo se autorizó hacer invitaciones o adjudicaciones directas, bajo el argumento de que estos comicios son una situación inesperada y súbita, según el acuerdo publicado el viernes en el Diario Oficial de la Federación.

El consejero Arturo Sánchez previó que el INE pedirá cerca de 500 millones de pesos adicionales a su presupuesto, de los cuales 101.4 millones están etiquetados como prerrogativas para los partidos políticos.

Aseguró que la Secretaría Ejecutiva trabajará esta semana para ajustar esta cifra lo más bajo posible a fin de que el Consejo General vote la solicitud a mediados de febrero.

El acuerdo aprobado por el Consejo General del instituto plantea que su Reglamento sobre adquisiciones, arrendamientos de muebles y servicios –que data de 2013 y no ha sido actualizado– le permite efectuar excepciones.

El documento plantea que podrán evitar los concursos de licitación cuando la situación no haya sido posible ser prevista, sea inesperada, súbita o tenga como consecuencia la materialización de riesgos que pongan en peligro extremo los objetivos, funciones y operaciones del instituto.

Como la elección de la Constituyente está programada para el 5 de junio de 2016, los tiempos para realizar las adquisiciones de bienes y servicios se encuentran reducidos.

De manera que el Consejo General autorizó al secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo, con el auxilio de la Dirección Ejecutiva de Administración, materializar las excepciones para realizar las contrataciones que correspondan.

También dejó en manos de Jacobo la tarea de solicitar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público recursos adicionales a los más de 11 mil millones disponibles otorgados para gastos de operación este año.

El consejero Sánchez defendió la decisión de no licitar, porque tenemos 122 días contando sábados y domingos para la elección.

Resaltó que las boletas seguramente van a ser elaboradas por los Talleres Gráficos de México, y se reutilizarán urnas y mamparas, pero otros procesos podrían implicar ciertos gastos.

Por ejemplo, mencionó que la instalación de una casilla cuesta en promedio 20 mil pesos y en total habrá unas 12 mil 500. Esto implica un gasto total de 250 millones de pesos.

Al preguntarle cómo evitarán el mal uso de los recursos, respondió que el contralor deberá supervisar los gastos que hagan y si hay posibilidad de tener invitaciones restringidas se hará así.

Reconoció que la población puede considerar que el INE gasta demasiado, pero de cada peso que gastamos se rinde cuentas a nuestra Contraloría, a la Cuenta Pública y a nuestros auditores externos.