La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) hará convenios de colaboración para atacar la pobreza con todo aquel, incluidas las iglesias, que quiera cooperar en la construcción de un México más incluyente y tenga capacidad de fortalecer ingresos, apoyar en un acceso más efectivo a la salud, vivienda, educación y educación, anunció José Antonio Meade, titular de la dependencia.

También se refirió a que los beneficiarios de programas de la Sedesol recibirán información sobre las precauciones que deben adoptar para hacer frente al virus del zika y de otros vectores de contagio de enfermedades.

Explicó que se realiza trabajo de coordinación con la Secretaría de Salud, para lo cual ya hubo una reunión en la que se explicaron las medidas que debían de tomarse, las cuales incluyen el uso de repelentes y mosquiteros. Se buscará la manera, precisó, de hacer llegar a las comunidades cualquier instrumento que ayude a minimizar el riesgo del zika.

Ya se cuenta con mecanismos de información hacia los beneficiarios e instancias como la contraloría social, instalada el pasado miércoles, nos van a permitir que todas nuestras poblaciones estén bien documentadas, agregó.

Meade acudió por la mañana a la Universidad Panamericana para firmar un acuerdo de concertación por un México sin pobreza, con el cual este centro se sumará a los esfuerzos para abatir el hambre aportando proyectos de investigación, impartiendo cursos especializados y mediante la prestación de servicio social.

En entrevista, explicó que próximamente se firmará un convenio con la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior a fin de dar más alcance al trabajo, el cual se suscribiría el próximo mes, y así, la vinculación será con otras 180 universidades.

Se busca aprovechar talento y recursos

En cuanto a la participación de organizaciones y de la sociedad civil en el combate a la pobreza, estimó que con ello se aprovechan talentos, recursos y compromiso social. Además, se abre un espacio para que quienes hemos tenido oportunidad de una educación universitaria podamos, por la vía de este trabajo coordinado, construir un entorno de mejor inclusión y oportunidades.

En cuanto al impulso que ahora se da a la contraloría social, se le preguntó si esto se debe a que se encontró corrupción en los programas sociales. A ello respondió que hay el deseo y la convicción de que no la haya. Agregó que no hay ninguna investigación abierta por ello y el hecho de que haya alrededor de 500 mil beneficiarios de los programas, que participarán como contralores sociales, se va a traducir en que funcionen mejor, sean más cercanos, que las personas estén mejor informadas. Además, donde se detecten abusos, pues aque esas responsabilidades sean deslindadas.