Viernes 5 de febrero de 2016, p. 38
Una tercera parte del personal de salud fuma, lo que reduce las posibilidades de que a sus pacientes les pregunten si consumen tabaco y les adviertan de los daños que pueden sufrir por causa de esa adicción, entre otros, el desarrollo de cáncer. Así lo reveló una investigación del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).
Luis Alonso Herrera, director de investigación del instituto, señaló que la participación de trabajadores de la salud es fundamental en el combate contra el tabaquismo, causante de enfermedades graves que le generan al país un gasto de 61 mil millones de pesos al año.
Durante la ceremonia conmemorativa del Día Mundial contra el Cáncer, el especialista resaltó que el porcentaje de médicos fumadores en México contrasta con el 8 por ciento que reporta Estados Unidos. Se requiere, dijo, de una estrategia para erradicar la adicción en este sector.
Comentó sobre el desarrollo de una aplicación para dispositivos móviles desarrollada por el Instituto de Cáncer MD Anderson de Estados Unidos, la cual será adaptada por el Incan para los profesionales de la salud mexicanos.
Lo anterior forma parte del trabajo de colaboración que el Incan realiza con el MD Anderson y el Instituto de Cancerología Clínica de las Américas de Colombia, el cual incluye acciones para desalentar el consumo de cigarros entre niños y adolescentes.
Herrera comentó que en México 26 por ciento de los menores de edad están expuestos al humo de cigarro y, por tanto, al riesgo de iniciarse en la adicción. Se ha demostrado que si se logra evitar que los muchachos fumen antes de los 18 años de edad, es altamente probable que no lo hagan nunca, precisó.