Alrededor de 800 mil personas mayores de 60 años en México viven con algún tipo de demencia, particularmente Alzheimer. El principal factor de riesgo para desarrollar estos males es el envejecimiento, aunque cada vez existe mayor evidencia de que personas con obesidad y diabetes tienen dos veces más probabilidades de presentar esta enfermedad, aseguró Luis Miguel Gutiérrez, director del Instituto Nacional de Geriatría.

Señaló que la atención de las demencias representa un reto para el país por los altos costos económicos y sociales que implica. Asimismo, existe el riesgo de que la falta de información en las familias se traduzca en maltrato en contra de los pacientes. En la actualidad, detalló, alrededor de 13 por ciento de ellos son víctimas de violencia.

En conferencia de prensa, el especialista informó que como parte de las actividades que se realizan en México para hacer frente al creciente problema de salud que representan las demencias se encuentran varios cursos de capacitación dirigidos tanto a personal de la salud como al público en general, a fin de que sepan identificar el mal. Asimismo, los médicos podrán emitir un diagnóstico temprano y prescribir un tratamiento que retrase la progresión del mal y prevenga las complicaciones.

De acuerdo con diversos estudios y bases de datos, cada año se registran en México 30 nuevos casos por cada mil habitantes, pero muy pocos de esos pacientes obtienen el diagnóstico clínico, indicó.

En países como Francia, donde funciona un plan de acción desde hace 10 años y cuenta con un buen programa de detección, 60 por ciento de los enfermos no son identificados por diversas razones. Algunos llegan con el médico en etapas avanzadas de la enfermedad o tienen un padecimiento de lenta progresión.

Gutiérrez opinó que, ante el envejecimiento de la población en México, la geriatría debería estar entre las especialidades de cuidado primario, como la pediatría, lo que implicaría contar con alrededor de seis mil geriatras. Actualmente están certificados unos 600, precisó.