Mientras una hectárea de manglar aporta más de 100 mil dólares en servicios ambientales, que van desde la producción pesquera hasta la generación de agua, el costo por su restauración, una vez que es talado o degradado, resulta prohibitivo para los países, pues va de 3 mil a 5 mil dólares por hectárea.

En lo referente a sistemas naturales, la experiencia ha demostrado que siempre es más valioso conservar que reponer, señalaron Octavio Aburto y Exequiel Ezcurra, expertos en el tema y compiladores del libro Manglares mexicanos.

Otra de las regiones en riesgo es la reserva de la biosfera Marismas Nacionales, en Nayarit, amenazada por el proyecto hidroeléctrico Las Cruces, que represaría el río San Pedro, el último cauce libre del país. El plan ya fue aprobado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a pesar de las objeciones de expertos y de las irregularidades que se observaron en el proceso, advirtieron habitantes de la zona.

Los consejos Intercomunitario del Río San Pedro Mezquital y Náyeri explicaron que Marismas Nacionales, el sistema de humedales más importante del Pacífico mexicano, tiene una extensión de cerca de 200 mil hectáreas, 113 mil de ellas en Nayarit y el resto en Sinaloa. Ahí se encuentra entre 15 y 20 por ciento del manglar del país, con las lagunas costeras más productivas del noroeste mexicano y más de 120 mil aves residentes y migratorias. Además, es sitio Ramsar –convenio internacional que protege estos ecosistemas–desde 1995 y en 2010 fue decretada reserva de la biosfera.

Los manglares del país han sido afectados por el impacto directo e indirecto de las actividades agrícolas, ganaderas y acuícolas, así como por la construcción de presas, el desarrollo urbano y turístico. En México hay actualmente 138 humedales de importancia internacional en la lista Ramsar y ocupa el segundo lugar mundial en número de sitios, indican los autores en el libro.

Los humedales, en particular los manglares, que se encuentran entre la tierra y el mar, han vuelto a ser centro de atención, luego de que el 16 de enero pasado Fonatur taló 22 hectáreas de manglar en la laguna Tajamar. En entrevista, Aburto explicó que estos ecosistemas están protegidos por la legislación nacional y se encuentran en la lista de especies en riesgo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza; no puede haber mercado de manglar en el mundo. Con la devastación en Tajamar se han violado varios tratados y hay implicaciones de millones de dólares. Por los servicios ambientales en las 22 hectáreas se darían pérdidas para la siguiente generación de 15 millones de dólares, sólo en recursos pesqueros.

En México se pueden encontrar manglares en zonas áridas y húmedas y en regiones subtropicales y tropicales, precisaron Aburto y Ezcurra. Campeche posee la mayor superficie de manglar del país, seguido por Yucatán, Sinaloa y Nayarit. En el Pacífico se encuentra en esteros y lagunas costeras, distribuidas irregularmente desde la península de Baja California y Sonora hasta Chiapas.