Martes 26 de enero de 2016, p. 32
El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) reiteró ayer que el manglar desmontado la semana pasada en Tajamar es propiedad privada y que, de no haberse realizado esa acción, inversionistas habrían entablado una demanda contra el gobierno por más de 3 mil millones de pesos.
En conferencia de prensa, el director jurídico de Fonatur, Manuel Mercado Béjar, rechazó hablar de daño ambiental con la tala efectuada la madrugada del sábado 16 de enero en un manglar localizado dentro del proyecto inmobiliario denominado Malecón Tajamar.
Indicó que el desmonte se realizó en un predio que no está dentro del área natural protegida, la cual está reconocida por la Convención Ramsar de protección de humedales a escala mundial.
Mercado Béjar hizo un recuento del proceso de otorgamiento de permisos por las autoridades ambientales de la Federación desde la administración de Vicente Fox, en 2005.
El desarrollo de infraestructura y la lotificación del proyecto Malecón Tajamar se inició y concluyó antes
del gobierno de Enrique Peña Nieto, y todos los lotes que en días pasados fueron desmontados y chapeados pertenecen
a inversionstas privados, señaló.
Agregó que el chapeo y desmonte se hizo en función de las autorizaciones otorgadas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), con base en los protocolos correspondientes y en cumplimiento del Programa de Rescate y Reubicación de Flora y Fauna.
Mercado Béjar aseguró que la no realización del desmonte habría generado una contingencia millonaria
superior a 3 mil millones de pesos, en perjuicio de Fonatur. Ese dinero, explicó, es poco más de la mitad del presupuesto de la Secretaría de Turismo y habría sido pagado por los contribuyentes.
Informó que del domingo 10 al jueves 14 de enero, es decir, en los días previos a la tala, personal de Fonatur y biólogos especialistas contratados por esta dependencia federal rescataron la flora y la fauna del predio, bajo la supervisión de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
Previo y durante las actividades de chapeo y desmonte, se propició la migración natural de fauna silvestre a sitios contiguos mediante acciones que permitieron su protección. Durante los trabajos de remoción de vegetación, se realizaron recorridos para identificar organismos que pudieran ser reubicados y se efectuó el rescate de especies de flora silvestre, mismas que fueron reubicadas
, manifestó el directivo.
Indicó que el predio donde se realizó el desmonte ya estaba urbanizado y no está dentro del área natural protegida de manglares de Nichupté. Es un terreno que ya estaba impactado
, es decir, hay calles y avenidas en los alrededores, como parte del proyecto Malecón Tajamar. No hubo daño ecológico, sostuvo el funcionario.