Caracas.

La Asamblea Nacional de Venezuela, bajo control de la oposición, rechazó ayer el decreto de emergencia económica del presidente Nicolás Maduro. Consideró que no ofrece soluciones para acabar con la crisis en el país y responde a un modelo fracasado.

Maduro lamentó la falta de respaldo del Parlamento y acusó a la oposición de haber dado la espalda al país en este momento de crisis y preferir “el camino del show, de la confrontación estéril”.

Antes de que se votara el decreto en la Asamblea, el presidente dio por hecho que el foro legislativo lo rechazaría y deploró el giro muy negativo de la oposición, que corresponde más con otros planes que con el deseo real de que afrontemos y llevemos adelante iniciativas económicas que nos permitan cabalgar y transmontar esta situación compleja.

La oposición había anticipado el jueves que no aprobaría el texto, luego de que los ministros del área económica se negaron a ser interpelados en la Asamblea. A las críticas contra el Congreso se sumó el diputado oficialista Diosdado Cabello, quien señaló que la oposición actúa movida por hilos que desde el exterior juegan al enfrentamiento entre los venezolanos y a la ingobernabilidad, buscando con ello la excusa para una intervención con supuestos fines humanitarios y la salida del mandatario.

José Guerra, presidente de la comisión legislativa que estudió el decreto y recomendó al pleno votar en contra, declaró que fue negado porque es más de lo mismo. La causa del problema es un modelo económico fracasado, apuntó.

El jefe de la bancada opositora, Julio Borges, dijo que la oposición seguirá abierta a discutir con el gobierno, de manera seria, un cambio total a la economía para enfrentar la crisis.

El Tribunal Supremo de Justicia declaró a mediados de semana que el decreto se ajusta a la Constitución, lo cual le abriría el camino al presidente para llevar adelante la nueva regulación, que le da facultades por 60 días para disponer de recursos especiales con el fin de atender los gastos fiscales y establecer límites máximos de ingresos y egresos de la moneda venezolana en efectivo, entre otras medidas.

En otro asunto, el Ministerio del Exterior de España convocó al embajador venezolano en Madrid, Mario Isea, para protestar por las palabras de Maduro, quien calificó al mandatario Mariano Rajoy de intervencionista, racista y colonialista, después de que éste dijo que la situación en Venezuela no es buena y exigió a su gobierno convertirla en un país libre y democrático.