Morelia, Mich.

El conflicto sociopolítico en el municipio de Nahuatzen persiste porque un grupo de la delincuencia organizada encabeza el movimiento que repudia a las autoridades locales y parte importante de la población purépecha lo apoya, aseguraron fuentes del gobierno estatal, que además sostuvieron que en esa región indígena se han detectado varios laboratorios de drogas sintéticas.

Este lunes se cumplen tres meses de que comuneros de Nahuatzen se apoderaron del palacio municipal y bloquearon los accesos a la cabecera –que tiene más de 10 mil habitantes–; además, expulsaron al alcalde perredista Miguel Prado Morales, a quien acusaron de pretender designar un director de seguridad pública ligado al crimen organizado.

La situación se ha complicado porque la población se encuentra atrincherada. Además de cerrar los accesos a la localidad, mantienen retenes en diferentes puntos y hay al menos 2 mil personas que demandan que las autoridades reconozcan un concejo similar al que hay en el vecino municipio de Cherán, que se rige por el principio de usos y costumbres desde hace más de dos años.

Supuesto cabecilla de grupo delictivo

Los primeros brotes de inconformidad ocurrieron en junio de 2014, después de que Prado Morales ganó las elecciones. Algunos grupos de Nahuatzen aseguraron que el perredista compró votos. La situación empeoró el pasado 18 de octubre, cuando los comuneros retuvieron dentro de la alcaldía a la regidora Leonarda García y al síndico Abraham Serna para exigir la salida del alcalde del Partido de la Revolución Democrática.

El 20 de octubre, policías estatales desalojaron al grupo que ocupaba la presidencia municipal. Al día siguiente, más de mil 500 personas arribaron armadas con palos, piedras y machetes. Derribaron un árbol a la entrada de Nahuatzen y en el libramiento que conduce a las comunidades Sevina y Pichátaro; de igual manera, colocaron barricadas en la salida a Cherán. Así se mantienen desde entonces y las negociaciones con el gobierno no han avanzado.

Las fuentes de la administración estatal reiteraron que hay personas armadas en la comunidad y que al parecer se ha identificado a un cabecilla de los inconformes que sería integrante de un grupo delictivo. A decir de las autoridades, no es fácil detener en Nahuatzen a los supuestos delincuentes porque el mismo pueblo los protege.