Si en el equipo de Saúl Álvarez dicen que Gennady Golovkin no vende en la misma escala que el mexicano, no importa, afirma el entrenador Abel Sánchez, responsable de la carrera del kazajo.

Tampoco le interesa si quieren poner pretextos para alargar la fecha del combate que el Consejo Mundial de Boxeo ha ordenado, ni le preocupa si prefieren evitar el riesgo de pelear contra su pupilo, porque a lo único que aspiran es a conquistar el título absoluto de los pesos medianos, no enfrentar al Canelo.

Y si no quieren pelear, pues que dejen el cinturón para alguien que sí lo desee, señaló.

La pelea debe ser en septiembre, si alguno de los dos no obedece la orden del CMB será despojado del cinto y el otro designado campeón absoluto, sostuvo Sánchez.

Canelo Álvarez es el campeón mundial de peso mediano tras vencer a Miguel Cotto. Al acecho del vencedor de ese combate estaba Golovkin, monarca interino en la misma categoría.

El pleito estaba previsto para mayo de 2016, pero el CMB les concedió la posibilidad de una defensa voluntaria a ambos, en mayo.

El pasado 11 de enero, durante la entrega del cinturón diamante al pugilista mexicano, el promotor Óscar de la Hoya dijo que espera el momento adecuado para que ocurra ese combate. El argumento es que Golovkin no es tan comercial como el pelirrojo en Estados Unidos.

Sánchez aseguró que no se inquietan por las declaraciones del equipo del Canelo, en el sentido de que tendrán que acatar condiciones si quieren pelear.

Para nosotros no es importante pelear contra Álvarez. Si eso piensan, que se vayan, porque el público es el que demanda ese combate y el que exige a quién quiere ver, advirtió.

Por eso tampoco le preocupa que el Canelo haya dicho que una de las condiciones sería enfrentarse en 155 libras. El entrenador recordó que el título que ostenta el pelirrojo es de los pesos medianos (160).

Nosotros vamos por esa categoría. Si hay acuerdo entre los peleadores, eso es otra cosa, pero siempre dentro de los límites de la misma. Si no quiere en ese peso, que se vaya por otra faja, pero si no pelea contra Golovkin dejará de ser campeón, señaló Sánchez.

Lo único que le molesta es la percepción que tiene De la Hoya sobre la distancia en popularidad entre Álvarez y su pupilo, por lo que si la pelea ocurriera en este momento tendrían que negociar en una relación de 90 por ciento de ganancias para el tapatío y 10 por ciento para el europeo.

“Lo que Canelo dice (en el fondo) es que no quiere pelear, porque exige cosas ridículas”, indicó Sánchez, quien recordó que el entrenador mexicano Ignacio Beristáin dijo hace unos días que el kazajo es superior en técnica y que pondría en riesgo la carrera del jalisciense.

“Por eso buscan esos pretextos para evitar la pelea. Parece que quieren que sea imposible hacerla para que si al final lo rechazan se justifiquen diciendo que Golovkin no vende como Canelo”, precisó.