Islamabad.

Más de 20 personas murieron este miércoles en Afganistán y en Pakistán en ataques perpetrados por militantes extremistas. El grupo Estado Islámico (EI) reivindicó su primer atentado contra intereses paquistaníes, un asalto contra uno de sus consulados en el este de Afganistán que dejó siete uniformados y tres atacantes muertos.

La embestida, en la ciudad afgana de Jalalabad, capital de la provincia de Nangarhar, ocurrió cuando un suicida detonó su chaleco con explosivos afuera de la sede diplomática. Enseguida hubo un tiroteo entre las fuerzas de seguridad y dos extremistas que se atrincheraron en una casa vacía.

Otros siete uniformados resultaron heridos, además de tres civiles, declaró Sediq Sediqqi, vocero del ministerio afgano del Interior, quien añadió que además del suicida, los otros dos atacantes fallecieron.

El grupo de inteligencia SITE, con sede en Estados Unidos, reveló que la filial del EI Provincia Khorasan afirmó que tres de sus militantes atacaron el consulado y mataron a decenas de personas.

En Pakistán, un atacante suicida mató a 15 personas –12 policías y tres civiles– frente a un centro de vacunación infantil de lucha contra la poliomielitis en la ciudad de Quetta, suroeste del país, en una ofensiva reivindicada por el grupo talibán Tehrik-e Taliban.

El director de la campaña contra la polio, Ayesha Farooq, dijo que un grupo de policías llegó al centro de vacunación para acompañar a los especialistas de la salud, y fue entonces cuando el atacante detonó los explosivos.

La policía reportó 25 heridos, entre los que hay varios agentes. Las campañas de inoculación en Pakistán se llevan a cabo con vigilancia, pues algunos extremistas consideran que las vacunas son una treta para esterilizar a los musulmanes y quienes las aplican son espías occidentales.

Mientras, cinco personas fueron arrestadas entre el martes y este miércoles en Turquía tras el atentado suicida de la víspera en el centro de Estambul, en el que murieron diez turistas alemanes –confirmados por Berlín–, informó el primer ministro turco, Ahmed Davutoglu.

Señaló que el atacante ingresó al país como refugiado y no estaba bajo vigilancia, pero está comprobado que el hombre estaba relacionado con el EI.

A su vez, los presidentes de Estados Unidos Barack Obama, y de Rusia, Vladimir Putin hablaron sobre la necesidad de impulsar pláticas entre la oposición y el gobierno de Siria, para detener la violencia contra la población civil y la crisis social.