San Cristóbal de Las Casas, Chis.

Integrantes del Frente de Pueblos Indígenas en Defensa de la Madre Tierra y la comunidad de San Francisco Xochicuautla, estado de México, adherentes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, reiteraron que no permitirán que en sus territorios se construya la autopista Naucalpan-Toluca porque, aseguran, destruirá no sólo sus tierras, sino bosques, manantiales y santuarios sagrados.

En conferencia de prensa en las oficinas del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) exigieron al gobierno y a las constructoras que respeten los dos amparos en su favor y paren las obras.

Desde 2006, cuando se inició la ofensiva contra nuestro territorio, nunca hemos dado autorización para la construcción de la vía (de 39 kilómetros), ni nos han consultado, como marcan la Constitución y los tratados internacionales que México ha signado, expusieron en un comunicado leído por el dirigente José Luis Hernández.

Denunciaron que la empresa Teya, parte de Grupo Higa, de Armando Hinojosa Cantú, pretende imponer el proyecto carretero mediante un decreto expropiatorio ilegal, y devastar 3 millones 900 mil metros cuadrados del bosque, protegido por pobladores de San Francisco Xochicuautla, La Concepción, Xochicuautla, San Lorenzo Huitzizilapan, Santa María Tlalmimilolpan, Santa Cruz Ayotuxco y San Francisco Ayotuxco.

Detallaron que el proyecto lleva un avance de 40 por ciento porque algunas de las 12 comunidades que resultarán afectadas se han vendido al gobierno.

Aseguraron que los pobladores de la comunidad de San Francisco Xochicuautla y otras están decididos a no permitir la vía porque nuestras tierras no tienen precio.

Advirtieron: Este año será muy difícil porque el gobierno tratará de imponer el proyecto a como dé lugar, violando los derechos de las comunidades indígenas.