El flujo de capitales hacia México disminuyó en 19 mil millones de dólares entre 2014 y 2015, como uno de los efectos de la incertidumbre que prevalece en los mercados financieros del mundo, sostuvo Javier Guzmán Calafell, subgobernador del Banco de México (BdeM). En ese entorno, el país ha resentido un desplome en los ingresos por la exportación de petróleo crudo y una depreciación del peso, que ha perdido más de un tercio de su valor en los pasados 15 meses, apuntó.

Los flujos de capital hacia instrumentos financieros disminuyeron de 39 mil millones de dólares en los tres primeros trimestres de 2014 a 20 mil millones de dólares en el periodo comparable de 2015, expuso.

Más de siete años después de la erupción de la peor crisis financiera mundial desde la gran depresión del siglo pasado, la economía mundial afronta todavía una situación difícil, con un bajo crecimiento en los países avanzados y una desaceleración en los emergentes, dijo el subgobernador del banco central en un encuentro organizado por Santander México. La intervención de Guzmán Calafell fue divulgada por el Banco de México.

Las condiciones internacionales, caracterizadas también por un lento crecimiento del comercio mundial y caída en el precio de las materias primas, han afectado el desempeño de la economía mexicana. Ello, debido a que la economía de Estados Unidos, que ha tenido uno de los mejores desempeños entre los países avanzados, presenta un crecimiento no homogéneo, en el que la actividad industrial, la más relacionada con la economía mexicana, se mantiene estancada. También se ha dado una disminución en los flujos de inversión a los mercados financieros, la caída en el precio del crudo de exportación y una depreciación en el valor de cambio del peso frente al dólar, expuso.

La expansión de la economía de Estados Unidos ha sido desigual entre los diferentes sectores, dijo. En particular, la producción industria se ha estancado desde inicio de 2015, como resultado de la apreciación del dólar, menor producción e inversión en el sector petrolero derivado de la caída en precios y el débil crecimiento mundial. Dado que existe una estrecha relación entre los sectores industriales de México y Estados Unidos, esto ha tenido un impacto adverso en las exportaciones y la actividad en México, anotó.

Otro factor externo que ha afectado la economía mexicana es la caída en el precio del petróleo de exportación, que ha disminuido 77 por ciento desde mediados de 2014. Esto, dijo, tiene un impacto, principalmente, en las finazas públicas, que se ha hecho más notorio por la reducción en la plataforma de producción del hidrocarburo, de alrededor de 33 por ciento desde 2004. Adicionalmente, México se ha vuelto importador neto de petróleo. “Para tener una idea de la magnitud del choque, la balanza comercial petrolera –diferencia entre exportación e importación de estos productos– pasó de un superávit equivalente a 0.7 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2013 a un déficit de 0.8 por ciento del PIB entre enero y septiembre pasados”, agregó.

El entorno de incertidumbre en los mercados financieros internacionales es otro factor que ha influido en la evolución de la actividad económica en el país. Ha sido por el inicio de la normalización de la política monetaria de Estados Unidos, país que elevó su tasa de interés en un cuarto de punto el mes pasado y por primera vez en una década.

En este contexto, agregó Guzán, los flujos netos de inversión de portafolio –la canalizada a los mercados financieros– hacia México disminuyeron de 39 mil millones de dólares en el periodo enero a septiembre de 2014 a 20 mil millones de dólares en los mismos meses de 2015”, informó.