Martes 12 de enero de 2016, p. 28
Amecameca, Méx.
Comuneros de este municipio decidieron retomar el control del agua potable que se genera por los deshielos de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, inconformes porque del edil Álvaro Avelar López, del Partido Encuentro Social (PES), incumplió su presunta promesa de cederles el manejo de ese servicio.
El alcalde desconoció el acuerdo, advirtió que el ayuntamiento no es fuente de empleo
y anunció que mantendrá de directora del organismo público descentralizado de agua, alcantarillado y saneamiento de Amecameca a Dalia Romero, quien no tiene relación alguna con los campesinos.
El pasado primero de enero, en la primera sesión de cabildo, el también comerciante Álvaro Avelar López nombró a sus directores de área. Los ejidatarios no fueron tomados en cuenta.
Argumentaron que en las campañas electorales de junio del año pasado apoyaron al candidato del PES, quien les habría ofrecido la dirección del organismo descentralizado.
El pasado fin de semana el presidente de los bienes comunales, Raymundo Bernal Serrano, y el secretario de la asociación, Isidro Bernal, convocaron a una asamblea. Acudieron 230 comuneros, quienes decidieron retomar el control de las válvulas y las cajas de agua.
Hace 15 años los pobladores entregaron el control del agua a la administración del perredista Federico del Valle, quien creó el organismo público, que se mantuvo durante las administraciones de Rosendo García, Juan Manuel Guerrero, Juan Sánchez Granados, Carlos Santos y hasta los primeros días del actual gobierno.
El gobierno municipal rechazó que hubiera un compromiso con los comuneros de Amecameca, aunque reconoció que éstos tienen representación desde hace varios trienios en el consejo del órgano operador.
Deuda de $47 millones y morosidad de 75%
El sistema de aguas municipal tiene una deuda histórica de 47 millones de pesos, pues únicamente alrededor de 25 por ciento de los alrededor de 9 mil usuarios de tomas domiciliaras de agua paga por el servicio.
Advirtió que el manejo del organismo no se limita a controlar las válvulas, sino también implica la responsabilidad de gestionar el uso del recurso, crear un nuevo organismo, tener infraestructura y padrón de usuarios, así como la facultad de cobrar por el servicio y la obligación de pagar la deuda histórica con la Comisión del Agua del Estado de México.