El gobierno federal, por conducto de la Comisión de Cambios que integran la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, no permitirá que la volatilidad financiera internacional afecte a la economía mexicana y para ello se realiza un constante monitoreo que permita adoptar las medidas adecuadas con toda oportunidad.

Así lo manifestó el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, quien reconoció que la economía mundial atraviesa un entorno de enorme volatilidad y, en el caso de México, por el desplome de los precios internacionales del petróleo.

Es un momento de enorme volatilidad, pero estoy seguro de que los mercados podrán asimilarlo adecuadamente, aseveró Videgaray luego de participar en la presentación del nuevo esquema de simplificación fiscal del Servicio de Administración Tributaria. En entrevista posterior resaltó que, a diferencia del pasado, actualmente la economía mexicana cuenta con fortalezas que le permitirán superar adecuadamente el entorno adverso.

Mencionó, entre éstas, reserva de divisas suficientes, que se complementan con la línea de crédito flexible del Fondo Monetario Internacional para asegurar la liquidez en el mercado cambiario, así como estabilidad macroeconómica, finanzas públicas sanas y que 80 por ciento de la deuda externa del país está contratada a largo plazo y denominada en pesos. Ese es un elemento de fortaleza que nos diferencia de otras economías, puntualizó el funcionario.

Pero aun con ello, insistió, los integrantes de la Comisión de Cambios realizan un minucioso y constante monitoreo de la evolución de las condiciones financieras internacionales para adoptar las medidas oportunas y necesarias para reducir en lo posible su impacto sobre la economía del país.

Paralelamente, añadió, se realizan análisis detallados sobre las acciones necesarias que puedan implementarse para poner orden en los mercados nacionales.

Sobre el tema, en entrevista por separado, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón Castañón, descartó que la volatilidad financiera internacional y sus efectos en el tipo de cambio peso-dólar puedan representar un peligro para la estabilidad económica del país o de las empresas.

Esa confianza, dijo, se debe a que desde hace años tenemos en México la cultura empresarial de que cualquier endeudamiento en dólares tiene que ir empatado con un negocio que produzca dólares, es decir, impulso a productos de exportación que permitan captar divisas y sustentar los pagos que se generen.