os toros de Campo Real se fueron a la carnicería de la Plaza México, listos a caminar a los comederos de tacos que se encuentran alrededor del coso. Una nueva modalidad taquera de suadero entrará en competencia con los ya famosos del Villamelón, el Huequito, los del Charro que ya desaparecieron, las birrias del Paisa
etcétera. Los nuevos tacos: moronga revuelta con maciza y sesos. Todo ello muy bien picadito, aderezado a cebolla azanahoriada y ajito finamente picado en confeti de colores y rebosante del infaltable chile serrano a tono con lo taurino.
Y es que tanto Arturo Macías en sus dos toros como Alejandro Talavante en el primero, pincharon, descabellaron, deshicieron el morrillo, y Macías incluso dejaba la espada de descabellar en testuz a mayor descuartizamiento. No contento con ello el fino torero Juan Pablo Sánchez se contagió del futuro del negocio y rubricó su actuación de una estocada pulmonera que mandó a la carnicería al toro sin puntilla. Los neoaficionados enloquecidos pidieron las orejas y el hidrocálido salía a hombros. Eso después de ayudar a completar la taquiza gracias a su estocada con costillas, chuletas, bistecs, salpicados de la más rubia de las cervezas, entuneladas en un tequilita en la tarde del entra, sale, entra, sale y venga el relajo!
Ya antes, Juan Pablo Sánchez, que va creciendo en su quehacer torero, había dejado muestras de su clase en muletazos de cámara lenta al mejor torito de la tarde, mejor dicho, al único: planeador, humillando, fijo, noble. Toro que a mi manera de ver era de consagración. Pero al que Juan Pablo falló al no rematar la faena. Eso sí, terminó de aceptable estocada. Juan Pablo posee buen gusto, que tiene por norma el comedimiento: tonos suaves, detalles llenos de elegancia casi imperceptibles, sencillos. Amén de un plantarse irreprochable en ocasiones en la distancia adecuada que lo revela como una forma al pie de un cuadro.
El resto de la corrida, similar a las que se han realizado en la temporada tarde a tarde. Toros débiles, un pujal, parados rodando por el redondel, dóciles.