Bilbao.

Decenas de miles de personas se manifestaron el sábado en Bilbao para reclamar el final de la dispersión de los más de 400 miembros de ETA encarcelados y su acercamiento al País Vasco. En la pancarta que encabezaba el desfile el lema, en euskera y castellano, era “Derechos humanos, resolución y paz. Euskal presoak Euskal Herria (Presos vascos a Euskal Herria)”.

Familiares de reos abrían la marcha en la ciudad más poblada de la comunidad autónoma vasca, donde resonó el lema “Euskal presoak etxera (Presos vascos a casa)”.

Más de 400 reclusos, miembros o allegados a la organización armada vasca ETA, se encuentran en 73 cárceles de España y Francia.

El portavoz de Sare, agrupación de defensa de los derechos de los presos de ETA, Joseba Azkarraga, se dirigió en la prensa a “los nuevos actores políticos surgidos tras las elecciones del 20 de diciembre.

Una sociedad, un pueblo que, en su mayoría, quiere terminar con el sufrimiento de miles de familias que padecen la dispersión y la existencia de presos enfermos que tienen que estar en libertad, aseveró.

Los organizadores, citados en diferentes medios de información, hablaron de más de 70 mil participantes en la movilización, convocada, entre otros, por la coalición independentista EH Bildu y sindicatos vascos.

Al mismo tiempo unas 7 mil 500 personas, según la policía; 10 mil, de acuerdo con los organizadores, se manifestaron el sábado por la misma razón en Bayona, la ciudad más importante del País Vasco francés.

El llamado lo hicieron sindicatos y asociaciones de defensa de los derechos humanos. El colectivo Bagoaz (Vamos, en vasco) exigió a los gobiernos francés y español que relancen el proceso de paz en el País Vasco, más de cuatro años y medio después del anuncio de alto el fuego hecho por la organización separatista vasca española ETA.

El proceso de paz está en marcha, pero de forma unilateral porque los estados español y francés, en sentido contrario en este nuevo contexto histórico, hacen todo lo posible para bloquearlo, obstinándose en la vía represiva, declaró Anne-Marie Michaud, presidenta del Comité de Derechos Humanos del País Vasco.