Joaquín Gamboa Pascoe, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), murió la noche de ayer a los 94 años. El 24 de octubre del año pasado había sido relegido por unanimidad de los líderes sindicales que integran esta central, para que estuviera en ese cargo otros seis años. Se quedó sin cumplirlos.

El dirigente perteneció siempre al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Nunca abandonó los cargos sindicales desde los años 70. Fue senador y diputado varias veces por ese instituo político. Al igual que sus antecesores en la CTM, Fidel Velázquez y Leonardo La Güera Rodríguez Alcaine, se mantuvo en el cargo hasta su muerte. Ahora, con base en los estatutos, lo sustituirá el también priísta Carlos Aceves del Olmo, de 75 años.

Apenas en febrero de 2015, Gamboa Pascoe se organizó un homenaje en vida, y en un acto al que se convocó a todos los líderes sindicales del corporativismo, develó una estatua suya que fue colocada en el vestíbulo de la sede de la máxima central obrera, ubicada en la calle Vallarta número 8. Para ello, se mandaron retirar de ese lugar los bustos que había de Fidel Velázquez y Rodríguez Alcaine, los cuales fueron enviados al pasillo del auditorio del edificio.

Polémico, se dijo amigo de todos los presidentes surgidos del PRI, desde José López Portillo hasta Enrique Peña Nieto. Será recordado por frases como Nunca me verán con huaraches y ¿Qué, porque los trabajadores están jodidos, yo también debo estarlo?, así como por ser el senador microondas cuando aprovechó influencias para traer desde el extranjero un cargamento de esos aparatos y por la especie que corría respecto de que tenía una colección de autos de lujo.

El líder cetemista nunca fue obrero. Entró al sindicalismo siendo abogado laboral. Fue dirigente de la Federación de Trabajadores del Distrito Federal (FTDF) desde la década de los 70, cargo que también mantuvo hasta su deceso.

Su muerte ocurrió en el Hospital Ángeles del Pedregal, donde había sido internado hace unos días y del cual fue dado de alta después. Sin embargo, regresó al nosocomio por una recaída.

Se prevé homenaje en la sede de la central obrera

Desde anoche es velado en Gayoso de Félix Cuevas. Hasta el cierre de esta edición no se descartaba la asistencia a la funeraria del presidente Enrique Peña Nieto y de algunos secretarios de Estado, entre ellos el del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, así como múltiples dirigentes sindicales.

Se prevé que este viernes se le rinda un homenaje de cuerpo presente en la CTM, precisamente a los pies de su estatua, donde luce sonriente, sitio en el que asumió el liderazgo en 2005, a la muerte del líder electricista Rodríguez Alcaine.

En los próximos días el comité ejecutivo nacional del organismo, definirá en conclave quién lo sustituirá al frente de esta central, en tanto, se desempeñará en el cargo Carlos Aceves del Olmo.

A Gamboa Pascoe, quien nació en abril de 1921 en esta capital, le sobreviven su esposa Bertha Enríquez y tres hijos. Dos de ellos, Joaquín y Héctor, estuvieron ligados a puestos en el Infonavit, en los años que su padre fue representante obrero ante el organismo.

A finales de febrero de este año, cuando la CTM cumplirá 80 años, se tenía planeado que el cetemista rindiera protesta una vez más al cargo, en un periodo que acabaría cuando él cumpliera 100 años.

En tanto, llegó a sumar 42 años de líder de la FTDF; fue presidente del Congreso del Trabajo en 2009 y tuvo relecciones en 2012. A su designación de líder de la máxima central obrera rompió relaciones con el dirigente petrolero Carlos Romero Deschamps, quien le disputó la designación y nunca resolvieron la diferencias.

A Gamboa Pascoe le tocó vivir una época de la pérdida de la membresía de sindicatos; de la caída de los ingresos por el pago de cuotas de los mismos y también en la que la CTM ya no tuvo interlocución política con el gobierno, al grado de que se le quitaron las múltiples diputaciones y senadurías que tradicionalmente otorgaba el PRI a sus dirigentes sindicales.