El incremento de 35 por ciento en la inversión pública de México en el sistema sanitario durante la pasada década no se tradujo en una mejor salud ni en un mayor desempeño del sector como se hubiera deseado. Más de 15 por ciento de los adultos viven con diabetes, lo que es más del doble del promedio en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de 6.9 por ciento.

Además, los decesos por padecimientos cardiacos bajaron sólo uno por ciento desde 1990, lo que contrasta con la disminución de 48 por ciento registrada en varios países integrantes del organismo internacional. Estos son algunos de los resultados del estudio de la OCDE sobre los sistemas de salud México 2016, el cual plantea varias recomendaciones a partir de las experiencias en otras naciones, entre ellas, terminar con la limitación que impone la Secretaría de Hacienda y Crédito Público al crecimiento de los presupuestos de las dependencias del gobierno federal.

Si no se elimina el límite de 2 por ciento de aumento será muy difícil incrementar de manera significativa los recursos al sistema de salud en un periodo de tiempo corto, señala el documento, que anoche presentó José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, en un acto al que asistieron los titulares de los institutos Mexicano del Seguro Social (Imss), José Antonio González Anaya, y de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), José Reyes Baeza, quienes comentaron algunas de las medidas que tomaron en sus instituciones para mejorar la eficiencia en el uso de los recursos.

A su vez, la secretaria de Salud, Mercedes Juan, señaló que en los tres años que lleva el gobierno de Enrique Peña Nieto, ha habido avances, pero no como quisiéramos, en la integración e intercambio de servicios entre las instituciones. Sólo una tercera parte de los estados de la República tienen algún convenio de este tipo entre el Seguro Popular y otros organismos.

Algunos temas donde se pueden dar resultados, resaltó, son una mayor cobertura en salud con el Seguro Popular –que atiende a más de 57 millones de personas–, la regulación de la publicidad dirigida a la infancia y la disminución de 9.7 por ciento en la mortalidad materna y de 32 por ciento en el cáncer cérvico uterino.

La OCDE recomendó emprender una reforma de largo alcance que termine con la fragmentación del sistema y el condicionamiento del acceso a la atención médica de las personas con base en su situación laboral. Sin embargo, también reconoce que eso no será posible a corto plazo. Lo que queda es avanzar en los acuerdos para el intercambio de servicios como se ha empezado a hacer, aunque con resultados todavía escasos.

Otra recomendación es acelerar la creación de un organismo de supervisión y mejora de la calidad, lo que, señaló Gurría, ya se empezó a hacer, pero falta la reforma legal que le dé sustento. La iniciativa se diseñó hace un año en la Secretaría de Salud y sigue sin presentarse al Congreso.