Equilibrar un equipo que en un torneo triunfa y al siguiente fracasa es la tarea del nuevo técnico de Santos, el argentino Luis Zubeldía. Una inestabilidad que lejos de parecerle confusa le supone un signo de la competitividad del futbol mexicano.

Los dos torneos del año pasado son ejemplos constructivos. Santos fue campeón en la primera mitad de 2015 y cayó a los últimos lugares en el segundo semestre. También está el caso de Pumas, que a Zubeldía le parece el reflejo fiel del cuadro lagunero pero en sentido opuesto: tuvo una primera temporada desafortunada y en la siguiente culminó con el liderato y como subcampeón.

Eso indica que hay una paridad importante entre los clubes de la liga, interpretó el estratega español, quien entrenó estos días en la ciudad de México antes del inicio del certamen.

Ningún torneo te garantiza nada, es decir, lo que pase en una temporada no asegura que se repetirá en la siguiente, tanto lo bueno como lo malo, indicó.

Con esos antecedentes, la principal apuesta de Zubeldía es apelar a la memoria. Que su equipo recuerde al Santos campeón en el Clausura 2015, que evoque lo que hizo cada uno de los jugadores: “Ellos han sido los culpables de ilusionar a la afición con los campeonatos y buenas actuaciones: no veo por qué no volver a hacerlo.

No hay que apuntar a nadie con el dedo por lo que pasó en el segundo semestre. Esto es futbol y ahora hay que cambiar el ánimo para hacer un buen campeonato.

Ya veremos si Santos se parece al del primer semestre o al del segundo, advierte el técnico.

Zubeldía tiene un historial sólido como entrenador en el futbol argentino, donde tuvo actuaciones destacadas con Lanús y Racing, así como en Ecuador.

El reto de llegar a México a dirigir un equipo que en un año alcanzó el éxito y el fracaso es una carnada suculenta para un entrenador como Zubeldía, quien vio un terreno fértil para la competencia.

Tengo muchos clubes para dirigir y la institución muchos estrategas para contratar, pero si estamos acá es porque confiamos en que podemos hacer grandes cosas, sostuvo.

Agregó que la inversión en el futbol mexicano y la competitividad que acarrea también lo sedujeron para tomar la decisión. La ecuación que expone dice que a mayor presupuesto existe más talento: Cuanto mayor inversión existe, mejor espectáculo hay.

En el futbol de hoy es difícil ser realista porque todos se sienten con derecho de ser campeones. Y eso hay que demostrarlo, indicó.