El legendario luchador Canek el Príncipe Maya afirmó no ser un maestro ni una leyenda del pancracio, porque esos surgen ya cuando uno se va, cuando uno se muere, y yo estoy más vivo que nunca, aún hay Canek para rato.

El enmascarado de 63 años de edad regresará el próximo domingo a la mítica Arena México para presentarse en la pelea estelar de la función de la Liga Elite, en la que hará una terna al lado de Carístico y Octagón para enfrentar a Cibernético, Fuerza Guerrera y Volador Jr.

Después de varios años de forjar su carrera de forma independiente, el gladiador comentó que para él es un orgullo estar aquí todavía peleando. Reaparecer en este recinto es todo un honor porque no he tenido la necesidad de pedir trabajo, sino que gracias a mi calidad aún me hablan para venir a regar la polilla en la (Arena) México.

Agregó que le da un gusto muy especial participar en esta función, “para demostrar que la escuela que nos legó gente como El Santo, Blue Demon, Ángel Blanco, Ham Lee, Black Shadow, El Fantasma de la Quebrada y El Solitario, entre otros, aún perdura, sigue vigente, pues desgraciadamente hoy día han cambiado mucho las cosas.

Creo que si estos luchadores con los que nos enfrentaremos se foguean con gente como uno, una estrella del pasado, es entonces cuando tendrás el reconocimiento del público y no luchando entre ellos mismos.

El Príncipe Maya asegura que aún hay Canek para ratoFoto Karla Torrijos

En esta cartelera el encuentro que causa más expectación entre los aficionados es precisamente el de Canek con Cibérnetico, quien fue uno de sus alumnos. Al respecto, el ícono de la lucha libre mexicana aseguró que no le atemoriza ni la juventud ni el estilo violento de su ex pupilo.

Es un viejo conocido, él empezó conmigo, muchos dicen que me cargaba la maleta, pero eso se queda en el tintero, más adelante se hizo un rival fuerte para mí y ahora, después de cinco o seis años, me lo vuelvo a encontrar, señaló el veterano.

Sobre el estilo agresivo de su adversario, apuntó: “Nosotros en el Toreo éramos más aguerridos, la verdadera lucha extrema nació ahí. Había envases de refresco que no podían romperse fácilmente y hacíamos que se quebraran en la cabeza de los rivales.

Lo violento lo tenemos todos en la sangre y vamos a demostrarlo. Creo que es tiempo de ponerle un alto, de enseñarle que debe pelear para que la gente lo reconozca por su capacidad, no como un luchador de pleitos callejeros, señaló el tabasqueño.

Finalmente, confió en que la tercia que formó con Carístico y Octagón pueda salir victoriosa este domingo, a pesar de que los tres tenemos un estilo muy diferente, pero sé que gracias a los años que llevo en esto aún estoy capacitado para competir con ellos y luchar contra el otro equipo.