En una enérgica condena al asesinato de la alcaldesa de Temixco, Gisela Raquel Mota Ocampo, dos organismos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) exigieron a las autoridades competentes del país actuar con rapidez e investigar este homicidio con perspectiva de género, y capturar, juzgar y sancionar a sus autores intelectuales y materiales.

En un pronunciamiento conjunto, las oficinas en México del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y de la Entidad para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres expresaron su preocupación por el efecto inhibitorio que estos hechos de violencia puede tener en la participación política de las mujeres.

El asesinato de Gisela Raquel Mota Ocampo no sólo es un grave crimen, sino también perturba el ejercicio de los derechos políticos de las mujeres reconocidos y garantizados tanto por la Constitución mexicana como por los tratados internacionales. El empleo de la violencia con el objeto de impedir el desempeño de la función pública es un grave riesgo para la vida democrática del país, señalan en su pronunciamiento.

Ambas oficinas reconocieron los logros alcanzados por México hacia el objetivo de lograr la plena participación de las mujeres en pie de igualdad con los hombres en la vida política en los congresos. Sin embargo, advirtieron que esta participación a escala municipal, y en particular en las presidencias municipales, todavía es insuficiente.

Además, expresaron su apoyo a las autoridades para continuar reforzando las políticas y la institucionalidad existentes en materia de protección y seguridad de las personas que aspiran o ejercen puestos de elección popular, en particular de las mujeres en el espacio municipal por su particular situación de vulnerabilidad.

De igual forma, las dos oficinas de la ONU renovaron su compromiso de cooperar con todas las instituciones y autoridades mexicanas en aras de preservar los avances logrados y seguir promoviendo el derecho de las mujeres a la plena participación en todos los asuntos públicos en cualquier nivel y el derecho a una vida libre de violencia en consonancia con los estándares internacionales de derechos humanos.

Finalmente, expresaron sus sentimientos de condolencia y solidaridad con las y los familiares de Mota Ocampo y la ciudadanía de Temixco.