El asesinato de Mota, fallo del sistema de seguridad: obispo
El crimen, un desafío de la delincuencia
, sostiene el gobierno estatal
Sicarios habrían recibido $500 mil
Abuchean a Graco Ramírez
Lunes 4 de enero de 2016, p. 3
Temixco, Mor.
Cientos de personas despidieron ayer con una misa de cuerpo presente a la presidenta municipal de Temixco, Gisela Raquel Mota Ocampo, asesinada 15 horas después de asumir el cargo.
El obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, ofició la ceremonia religiosa en el patio de la casa de la munícipe perredista de 33 años, donde la mañana del sábado fue abatida por un grupo de sicarios.
A los pies del féretro, el representante de la Iglesia católica dijo que el crimen causa indignación y un ahogo moral que adquiere un aire de rebelión y dolor punzante. Sin embargo, pidió no culpar a Dios de la violencia en Morelos, ya que, subrayó, este asesinato es el sello del fallido sistema de seguridad pública en el estado.
Sin duda algo está fallando en la estrategia policial de la entidad.
El asesinato de Gisela, los secuestros en Temixco y la inseguridad pública no son culpa de Dios. Es el corazón del hombre el que tiene que cambiar. Son los corazones de esos asesinos, ladrones, corruptos, los que tienen que cambiar
, explicó.
La celebración trajo consigo, entre los asistentes, los recuerdos del temprano activismo de la alcaldesa, quien participó junto con su madre en las Comunidades Eclesiales de Base y en el coro de la iglesia, entonando canciones de la misa nicaragüense.
La influencia de la Teología de la Liberación, alimentada por las encíclicas de los obispos Sergio Méndez Arceo y Óscar Arnulfo Romero, dijeron algunos, quedarían plasmadas en muchas de sus propuestas de gobierno.
Castro Castro mencionó que con el homicidio de la presidenta municipal de Temixco, los habitantes de Morelos se encuentran tristes, desconcertados y disgustados por la violencia y los asesinatos que se han cometido en días recientes.
La casa de la alcaldesa perredista (integrante de la corriente Izquierda Nacional Democrática, encabezada por la senadora Dolores Padierna) lució decenas de coronas y arreglos de flores que llenaron todo el pasillo del acceso principal.
El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, montó una guardia de honor en el féretro de Gisela Mota Ocampo. Al llegar, el mandatario perredista fue cuestionado y por momentos abucheado por los lugareños.
Antes, en Cuernavaca, el gobernador encabezó en la Plaza de Armas Emiliano Zapata la ceremonia de izamiento de la bandera nacional a media asta en señal de luto por el asesinato. Con esta ceremonia iniciaron tres días de luto oficial en el Estado, que el Poder Ejecutivo declaró y publicó en el periódico oficial Tierra y Libertad.
En tanto, este lunes vence el plazo legal para que la fiscalía consigne ante un juez a los tres detenidos por el crimen: un menor, un joven de 18 años y una mujer de 32. Cabe la posibilidad de que soliciten una ampliación del plazo.
Apuntan a Los Rojos
Al cierre de la edición, los agentes que investigan el caso continuaban con la integración de elementos a las carpetas de investigación, entre ellos las declaraciones de los detenidos.
Uno de ellos, según confirmó una fuente de la propia fiscalía, habría declarado que recibieron 500 mil pesos por perpetrar el asesinato. Se espera que en el transcurso del lunes, los dos adultos sean puestos a disposición de la justicia oral; mientras que el menor a cargo del Tribunal Unitario de Justicia para Adolescentes.
La agencia Xinhua reportó que la Comisión Estatal de Seguridad Pública confirmó a la prensa local que la presidenta municipal de Temixco fue asesinada por el grupo delictivo de Los Rojos, por negarse a pactar con ellos.
Tras iniciar los tres días de luto oficial, el gobierno estatal emitió un comunicado en el que sostuvo que el crimen es una afrenta, un desafío de la delincuencia ante el cual no puede cederse. Es un reto que lanza el crimen organizado en contra del orden constitucional y democrático
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