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El titular del órgano judicial enfrenta cuatro juicios de amparo y una serie de acusaciones

En medio del cisma en el TSJDF empieza hoy Elías tercer periodo

Es un caso insólito en la historia de la institución

Su relección, gracias a reforma de la ALDF

De prosperar alguno de los recursos de impugnación, el magistrado vería truncada su gestión

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El presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Édgar Elías Azar, durante una sesión pública del pleno de magistrados de la instituciónFoto Notimex
 
Periódico La Jornada
Lunes 4 de enero de 2016, p. 29

En la mayor crisis en la historia de esta institución, Édgar Elías Azar asumirá hoy el cargo de presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) por tercera ocasión consecutiva, en un contexto caracterizado por la división entre jueces y magistrados, amparos interpuestos en contra de su elección y señalamientos que van desde opacidad en la conducción presupuestal y manejo discrecional de la carrera judicial, hasta críticas por polémicas decisiones asumidas o por represalias en contra de quienes denuncian anomalías internas.

Con esta llegada al cargo, con la que Elías Azar acumulará ocho años ininterrumpidos de ejercer esa responsabilidad, comenzará también un periodo por tres años más, que significa un caso insólito en el sistema judicial de esta capital, al sumar 11 años; no obstante, esto podría verse truncado de prosperar alguno de los cuatro amparos que están pendientes de resolverse de fondo en el Poder Judicial Federal.

En enero de 2008, Édgar Elías Azar asumió por primera vez la presidencia del TSJDF por cuatro años, y a partir de ahí se ha visto favorecido por reformas legales para seguir ahí. En febrero de 2011, entre señalamientos de pago de favores, el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó reformas al artículo 33 de la ley orgánica de esa institución para que el presidente se religiera por cuatro años.

Regreso al porfiriato

En aquel entonces, la diputada del PRD Lizbeth Rosas, quien votó contra esos cambios, dijo en tribuna: “Con esta reforma se pretende regresar a esa época porfirista, de la cual la historia nos ha enseñado que las relecciones son vicios de personas, generan avaricia (…) y podrían enviciar el sistema judicial creando cacicazgos de poder”.

A la distancia, el ex presidente del TSJDF José Guadalupe Carrera afirma: Hay una soberbia brutal (de Elías Azar) para dejar el poder. Sostiene que en esta gestión ha habido un manejo discrecional de la carrera judicial; no hay un rigor para la designación de magistrados; hay muchísimos jueces que tienen años esperando la oportunidad de ser magistrados y simplemente no les llega. Eso sí es grave y hay, hasta cierto punto, una actitud de imposición.

En lo presupuestal, argumenta: Él ha dicho que hay déficit de mil 500 a mil 800 millones de pesos, y lamenta que las finanzas del tribunal poca gente las conoce.

El error con Ficrea

Recuerda el caso Ficrea, financiera en la cual el TSJDF invirtió 120 millones de pesos que eran parte del Fondo de Apoyo a la Administración de la Justicia, y como miles de ahorradores resultó defraudado. No puedes especular con el dinero así tan fácil; no son dineros propios, y aunque lo fueran, tienes que invertirlos con instituciones serias.

Asimismo, asegurar que hay voces de inconformidad en el tribunal que no denuncian por temor a represalias. Hay muchísimo temor, no sólo a nivel de magistrados, sino de jueces y servidores públicos en general.

La magistradas Petra Quezada, Concepción Ornelas y María de Jesús Medel tramitaron por separado amparos contra la relección de Elías Azar, quien aprovechó otra reforma, en 2014, a la ley del TSJDF para repetir en el cargo.

Ojalá eso lo entendiera el presidente; él es jurista, es perito en derecho, pero cree que es una confrontación, que es una agresión, y no es así, es sólo el respeto a la Constitución y a las leyes, expresó.

Aduce que por sus críticas ha tenido que enfrentar, desde 2011, presiones de las autoridades del tribunal, quienes le han tramitado procedimientos de oficio ante el Consejo de la Judicatura; pero asegura que no cejará en su postura e irá hasta el final para que se cumpla la ley.