Las crisis humanitarias, entre ellas conflictos, desastres, violencia y desplazamientos forzados afectan desproporcionadamente a las mujeres, en especial las adolescentes, y dañan sus derechos a la salud sexual y reproductiva. Estas situaciones las hacen más susceptibles a muertes maternas, infecciones de transmisión sexual, abortos, violación, trata, embarazos no deseados, a falta de planificación familiar y matrimonios infantiles.

El informe Refugio en la tormenta, un programa transformador para las mujeres y las niñas en un mundo proclive a las crisis, elaborado por el Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa) refiere que 60 por ciento de las muertes maternas evitables las sufren mujeres que luchan por sobrevivir a los conflictos, desastres naturales y desplazamientos.

El análisis indica que en la primera fase de una crisis, lacomida, el refugio y la atención del trauma físico agudo se consideran las necesidades más apremiantes y los temas relacionados con la sexualidad y la reproducción se aplazan, pero, advierte, postergar esa atención origina atropellos a los derechos a la salud sexual y reproductiva y hace a este sector más vulnerable a la violencia.

Se olvida la planificación familiar

El informe refiere el caso de Haití, en donde “después del terremoto de 2010 la tasa de embarazo se triplicó, aumentando de cuatro por ciento en el periodo 2005-2006 a 12 por ciento en 2010 y la tasa de fertilidad en adolescentes ubicados en campamentos se duplicó en relación con aquellos que vivían en áreas rurales, y se triplicó en comparación con los que se encontraban en áreas urbanas fuera de los campamentos.

Resalta que en Colombia el conflicto armado tiene relación directa con la muerte materna y el embarazo adolescente; en municipios con crisis humanitaria, la tasa de fecundidad de las niñas de 10 a 14 años es el doble que en los municipios no afectados y la mortalidad materna es 7.6 veces más alta.

Apunta que en el mundo, de los 10 países con mayores tasas de mortalidad materna, ocho también están afectados por inseguridad y conflictos. Añade que más de 80 por ciento de los países que no cumplieron con los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con salud sexual y reproductiva y mortalidad infantil han atravesado recientemente por conflictos armados o desastres naturales.

Indica que en Siria, antes del conflicto, las parteras atendían 96 por ciento de los nacimientos, pero ahora el acceso al cuidado prenatal o al parto seguro es extremadamente limitado y en algunos lugares no hay ningún tipo de servicio.

El Unfpa destaca que las crisis seguirán ocurriendo y, ante esto, es necesario un cambio fundamental en la acción humanitaria que permita pasar de la respuesta inmediata y básica a la prevención de las violencias dirigidas a las mujeres y niñas, al cuidado de sus sexualidad y al empoderamiento de ellas para resistir y recuperarse de la crisis.

Esto implica disponer de servicios de atención obstétrica para reducir la morbilidad y mortalidad materna y del recién nacido; prevenir y hacer frente a la violencia por motivos de género; protección del derecho a la salud de los adolescentes; prevención y tratamiento de las infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH; brindar opciones amplias de planificación familiar y atención posterior al aborto, entre otros.