licia en el País de las maravillas, Diario secreto de Pulgarcito, Princesas olvidadas o desconocidas, Una biblia, Una carta para Lily, ¡el unicornio¡ son algunos de los libros que la francesa Rébecca Dautremer ha ilustrado y en los que ha creado un mundo de ensueño.

Dautremer (Gap, 1972) ha sabido integrar con éxito sus faceta de ilustradora y artista de reconocido prestigio. Sus ilustraciones son una llamada a la imaginación de los niños y las utiliza para plantearles desafíos que invitan a desarrollar la profundidad de pensamiento.

Con publicaciones en editoriales como Edelvives, en España, y el Fondo de Cultura Económica (FCE), en México, busca que sus imágenes y el texto tengan la misma relevancia.

Entrelaza la técnica con el estilo del texto, crea ilustraciones lo mismo con gouache, color y a lápiz en blanco y negro, tinta o sepia.

Con motivo de su visita a México, para participar en la reciente Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, Dautremer –en varias entrevistas– compartió que busca componer escenas con sus ilustraciones, como en el sentido teatral, es decir, cuadros emblemáticos de una historia y así comienza la aventura de plasmar lo que más le provoca un texto.

Prefiere mostrar a los personajes independientemente de la forma en que actúan, que está narrada con claridad en la historia. Por ejemplo, eligió mostrar el retrato de una mujer adúltera sin ponerla en situación, pues considera que incluso en un retrato el punto de vista y el encuadre cuentan cosas.

Dibujé al personaje de espaldas. Se ve su nuca, que habla de su vulnerabilidad y te hace sentirte cerca de ella. Y uno se pregunta: ¿está esa mujer en apuro?, ¿siente vergüenza, miedo? ¿Quién es ella de verdad? expresó en una entrevista.

Dautremer, quien ha colaborado con el escritor Philippe Lechermeier, gusta de trabajar como si fuera fotógrafo; elige un ángulo de vista y construye la imagen como una foto, como si fueran fotografías instantáneas. En el libro Una biblia, por ejemplo, sobre la infancia de Jesús, realizó algo parecido a una sucesión de negativos.

“Una biblia me ayudó a comprender que podía dar mi visión de la escena sin necesidad de idear un proyecto en el que nadie hubiera pensado. No hay que tener miedo a dibujar a Jesús en la cruz, simplemente. No hay ninguna necesidad absoluta de renovación. Buscar la originalidad a toda costa no es un objetivo valioso desde mi punto de vista”, explicó alguna vez.

En Alicia en el país de las maravillas, coeditado por el FCE y el extinto Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rébecca Dautremer hace su propia lectura del texto de Lewis Carroll que es muy conocido y asume el desafío de la comparación con otros ilustradores.

Sin embargo, a ella no le preocupa esa situación, pues al comenzar un nuevo proyecto se imagina que es la primera persona en ilustrar esa historia.

Cuando se trabaja con historias muy clásicas, éstas forman parte del patrimonio común, de la memoria y de las fantasías comunes, entonces independientemente de su calidad, los ilustradores sentimos que regresamos a casa, comentó Dautremer.

Cada ilustrador tiene su método y sus hábitos y Rébecca se centra en detalles de los personajes con la finalidad de que el lector no cierre el libro; además, disfruta ilustrar situaciones poco realistas o princesas que no son perfectas, ya que no es fanática del mundo color de rosa.

En la historia de Lewis Carroll, la ilustradora dibuja por ejemplo el momento en que la cocinera lanza contra la Duquesa y el bebé todo lo que halla a su alcance y la pequeña Alicia parece no sorprenderse en esta situación, que por cierto no es la clásica niña rubia, que en otros libros se ha dibujado.

La Alicia de Dautremer es pequeña, tiene cabello castaño y corto, que está basada en una fotografía de Alice Liddel, quien inspiró el personaje del libro del escritor británico y cuya imagen aparece al final del texto.

En cada uno de sus trazos, Dautremer transmite los sentimientos de fascinación e inquietud de la historia de Alicia en el país de las maravillas; incluso en la contraportada presenta un dibujo que contiene muchos detalles de la historia de la niña que se duerme y de este modo entra en el país de las maravillas de la mano del conejo blanco, donde conocerá a la Falsa Tortuga, la Reina de Corazones, el Gato de Chester, la Duquesa, el Sombrerero Loco o la Liebre de Marzo, entre muchos personajes.

Para la ilustradora, cada libro es una ocasión de progresar, de explorar nuevas armonías, nuevas luces con colores muy vivos, casi fluorescentes.

Título: Alicia en el país de las maravillas

Autor: Lewis Carroll

Ilustrado por: Rébecca Dautremer

Editorial: FCE/Consejo Nacional para la Cultura y las Artes

Número de páginas: 193

Título: Una biblia

Autor: Philippe Lechermeier

Ilustrado por: Rébecca Dautremer

Editorial: Edelvives

Número de páginas: 371

Texto: Fabiola Palapa Quijas

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